MERCADO DE SAN ILDEFONSO – EL PRIMER STREET MARKET DE MADRID Y DE ESPAÑA
- Donde antiguamente se ubicara el mercado tradicional de abastos de San Ildefonso, abre sus puertas un novedoso espacio concebido como una prolongación de la calle Fuencarral e inspirado en los mercados de comida callejera de Londres y Nueva York
- Alberga 18 puestos “monotemáticos” dedicados a diferentes productos gourmet y aptos tanto para el take away como para tomar in situ en su tres barras de servicio
- Consolidadas marcas, como los ibéricos de Arturo Sánchez, los quesos de Poncelet, las conservas de Don Bocarte o Ahumados Domínguez, conviven aquí con pequeños y entusiastas profesionales de nueva generación, pero de reconocido éxito
Madrid, junio de 2014.- A escasos metros del lugar que ocupó hasta su demolición en 1970 el que fuera el primer mercado de abastos cubierto de Madrid, el nuevo Mercado de San Ildefonso abre ahora sus puertas, o mejor dicho sus paredes. Y es que el de San Ildefonso no es un moderno mercado más de los que están proliferando en las capitales de nuestro país. Es un novedoso concepto de ocio, disfrute y socialización en torno a la gastronomía, al estilo de los street food market que pueden encontrarse en Londres, Nueva York, Singapur o Bangkok. Un espacio único que ha sido diseñado como una auténtica prolongación de la bulliciosa y cosmopolita calle Fuencarral en que se ubica: con adoquines que recuerdan a los de las vías peatonales en sus suelos y absolutamente abierto al exterior a través de grandes ventanales abatibles, pero -como el mercado histórico al que debe su nombre- con un techo que lo cubre todo.
En el Mercado de San Ildefonso no hay coloridas cajas de hortalizas, ni piezas frescas para cocinar en el hogar. Su oferta se basa principalmente en el producto manufacturado, algunos en estado puro, pero siempre listos para tomar en el establecimiento o mientras se sigue el rumbo por la calle principal. Todo ello con el objetivo de ser un break en la jornada de compras, un punto de encuentro en horario after work, una alternativa al aperitivo o una parada estratégica para vecinos, turistas y asiduos entre Malasaña, Chueca y Triball.
En sus casi 700 m² de superficie total, que se distribuyen en tres plantas, alberga 18 puestos de estética 100% callejera, tres barras de servicio (una por planta), mesas altas corridas franqueadas por algún que otro taburete y dos terrazas: la principal está recubierta por un graderío de madera que genera la sensación de estar en una plaza más de las que esconde el barrio de Malasaña y la segunda -un recoleto rincón entre plantas a modo de fumadero- está rodeada de vegetación a modo de un bucólico parquecillo urbano. El proyecto general del mercado corresponde al Grupo Nivel 29, promotora con más de 25 años de experiencia en el desarrollo de negocios, asesorada en este caso por la firma Cousi Interiorismo, estudio autor de Tenconten y otros locales de éxito en Madrid, que han apostado aquí por una estética industrial con un techonado de vigas metálicas y tuberías vistas, lámparas años 20 traídas de la última feria de París, materiales en bruto como el ladrillo visto y el hormigón, acabados naturales en madera, hierro, cobre y acero y elementos originales. Entre estos últimos destaca un vistoso neón y el gran árbol de 8 metros de altura realizado en cuerda que preside la planta principal.
EL MERCADO, PUESTO A PUESTO
Calidad y singularidad son las premisas que se ha seguido en San Ildefonso a la hora de elegir a los proveedores que nutren a sus puestos de una variada y original propuesta gastronómica con la que han pretendido “huir de la impersonalidad de las franquicias”. Algunos de ellos son marcas de reconocido prestigio y otros jóvenes emprendedores emergentes de contrastado éxito; pero todos son auténticos, apasionados de su oficio y profesionales de éxito reconocido comprometidos con la mejor materia prima de proximidad.
En la planta calle, cinco primeros puestos dan la bienvenida al viandante: los ibéricos de Arturo Sánchez (que sirve aquí sus chacinas en bocadillos y conos preparados para el take away y que cuenta en la planta de arriba con otro espacio de jamón al corte), Poncelet con su selecta gama de quesos, un puesto muy estival con ensaladas de frutas y granizados, que irá cambiando cada temporada, y las hamburguesas de Gancho y Directo, una empresa familiar que comenzó en Pozuelo, donde vendió en 2013 más de 75.000 hamburguesas.Aquí ofrecen hasta diez variedades elaboradas con panes caseros (de mollete y rústico gratinado con queso y cebolla) y carne de vacuno y buey en piezas de 200 gr.
En la planta superior, que se presenta como la principal, se congrega el resto de la oferta. Aquí destacan, entre otros, las conservas, ahumados y encurtidos de Don Bocarte y Ahumados Domínguez; un puesto “gambas a puñados” (esto es, al peso y servidas en el típico cucurucho de papel de estraza andaluz); cafés de barista internacionales que acercan hasta Madrid los cafés de todo el mundo; brochetas de sabores sorprendentes sin olvidar los tradicionales; vinos curiosos y diferentes de pequeños productores de la mano de un entusiasta equipo de jóvenes sumilleres; sin olvidarnos del puesto de huevos 2.0 que se preparan al momento rotos, fritos, en tortillas o a baja temperatura con diferentes ingredientes: atún rojo, trufa, espárragos, salmón, bacalao o “lo que encuentren más fresco” en los mercados de abastos madrileños.
También hay un puesto de croquetas elaboradas con leche de la Sierra de Guadarrama y productos de la tierra (jamón ibérico de bellota, pollo de corral, queso Picón, boletus del monte Abantos, morcilla de Burgos, lacón gallego o cecina de León); uno de castizas cazuelitas con guisos y tapas tradicionales (salmorejo, pollo en pepitoria, carrillera ibérica al vino tinto de Madrid o callos con pata y morro) y otro de “pescaíto” frito en el que se pueden encontrar boquerones frescos, cazón en adobo, bienmesabe, calamares y el producto estrella, langostinos vallisoletanos, un producto ecológico (sin aditivos ni antibióticos) y único en Europa ya que se crían y engordan en una granja propia ubicada en Valladolid, a más de 300 km. del mar. Tampoco faltarán las verduras y vegetales más frescos de Navarraque llegan de la mano de los chicos del restaurante MyVeg, que cuenta con David Yárno (estrella Michelín del Molino de Urdániz) como director técnico y que aquí realizarán un show con ensaladas y toppik. Y, por último, pero no menos importante para el paladar de todos los visitantes, La Lonja de San Ildefonso, un puesto en el que sirven marisco de temporada traído directamente del Percebeiro a precio de mercado.
Con todo, el Mercado de San Ildefonso cuenta con una propuesta excelsa y muy diferencial pero, como corresponde a un mercado, a precios populares capaces de acercar directamente el producto al consumidor.
DE PUESTO A PUESTO HASTA LA GRAN SORPRESA
Así, el cliente puede recorrer todos los puestos del Mercado hasta llegar a su planta alta, conocida como el “Espacio Sorpresa”. Y es que este espacio cambiante estará dedicado a la realización de showcooking y coctelería de vanguardia, además de presentarse como un escaparate de productos de temporada realizados por asociaciones de productores y consejos reguladores, entre otros, y de cocineros nacionales e internacionales. Sin duda, un espacio que no dejará indiferente a nadie y en el que “siempre ocurrirá algo nuevo”.
Dirección: Fuencarral, 57.
Horario: de 10:00 a 24:00 de domingo a miércoles. De jueves a sábado el horario de cierre se prolonga hasta la 1:00 horas.