A ciertas edades, el tiempo parece que se difumina, que se enmaraña, que se confunde y que tú, mientras tanto, permaneces casi de manera estática, casi inmóvil, casi en stand by. “¿El viaje a La Habana fue hace dos años o… Hace tres?”; “Es nuestro… ¿15 aniversario?… O ¿el 17?”; “En la empresa llevo desde 2009… ¡¿Perdona?!”. Sin embargo, a otras, cada semana te cambia la vida. Qué digo cada semana… De la noche a la mañana, todo da un vuelco. Las experiencias, los amores, los fracasos, las ilusiones… Los cambios se agolpan y suceden uno detrás de otro, como si los días tuvieran 36 horas o como si se pasaran en un segundo. Vives deprisa y la vida te va a la zaga. Y Álvaro Mel está en ésas. Surfeando la ola de su juventud. Incluso, a sus 25 años, está ya acercándose a ese punto en el que ha logrado el equilibrio en la tabla y el agua se riza sobre su cuerpo sin mojarle un mechón de su largo flequillo. Hace nada, sin embargo, con 19, en Valladolid, donde estudiaba Arquitectura, el aburrimiento le llevó a hacerse con el mini iPad más de 2000 selfies, que luego cayeron en su cuenta de IG y, hoy, cuenta con más de 1 millón de followers, las marcas se lo rifan y es considerado uno de los principales influencers españoles. De ahí, probó con la interpretación -sin haber hecho nunca antes ni una función en el cole- con “Bajo la piel”, “La otra mirada”… Y, ahora, rueda en inglés al lado de Stanley Tucci y a las órdenes de Alejandro Amenábar en “La fortuna”, con nominación al mejor actor en Los Forqué incluida, o se incorpora al elenco de “Paraíso”. La serie de Movistar –producida por Mediapro Studio- en la que el salmantino ya se permite placeres como explorar el lado oscuro de ese rostro suyo tan bello como anguloso, que mira de soslayo por una timidez que intenta domar y ante la que parece indefenso. Pero, cuando sonríe, aún sin un toque de Dior Beauty para las fotos de este reportaje, te mira a los ojos y ahí te das cuenta de tu error: el indefenso eras tú, porque este chaval se va a comer el mundo.

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Fotos Manu Bermúdez
Asistente fotografía Adrián Campos
Estilismo Enol Blasco

Asistente estilismo Diego Grimaldi
MUAH Mara Fervi para DIOR Beauty

Entrevista Luis Nemolato


¡Entrevistamos a Álvaro Mel! El nuevo fichaje de la segunda temporada de Paraíso, en Movistar+.

Cuéntame tu incorporación a Paraíso…

¿Desde el principio?

Desde donde tú quieras. Pon tú el comienzo y el final.

Todo empieza por Fer. Fer González Molina, el director. Porque trabajamos juntos en el tercer capítulo de “La otra mirada”. La primera serie que hice en mi vida. Y allí, la verdad, nos conocimos, nos gustamos, nos enamoramos un poco por así decirlo (risas). De hecho, me acuerdo que me dijo “sé que coincidiré contigo en un futuro”… Al tiempo, llegó con este papel: Mateo. Quedamos a tomar algo y me preguntó si me gustaba. Me enseñó cómo iba a ser la primera temporada de “Paraíso”… En realidad, la idea, porque todavía no se había comenzado a rodar… Y el personaje me gustó porque sí que es cierto que tiene ese toque noble y leal que he llevado siempre a otros personajes, al Tomás de “La otra mirada” o al Alex de “La Fortuna”, pero también tiene ese pasado que vas descubriendo poco a poco y que es muuucho más oscuro. Eso es lo que me gusta de Mateo.


TOTAL LOOK GANT
COLLAR DOMINNICO X JOYS
MUAH DIOR BEAUTY


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Te apetecía descubrir el otro lado, ¿no?

¡Sí! Basta ya de tanto niño bueno, ¿no? A ver si sacamos algo de un malo, ¿no te parece? (risas) También por ampliar un poco el registro…

¿Qué era lo que más te llamaba la atención?

El pasado y ver cómo podía jugar con eso.

¿Te gustan como espectador ese tipo de personajes -o de historias- en los que nada es lo que parece?

Como espectador, me gustan mucho más los malos que los buenos por así decirlo. Como actor, todo depende de cómo construyas el personaje o de cuánta liberad tengas para construirlo porque, realmente, no hace falta ser muy protagonista para hacer un buen personaje. De hecho, me encanta cómo trabajan Ana Wagener o Manolo Solo que, con personajes muy chiquititos, te cuentan una historia de la leche porque lo trabajan muchísimo y les queda un personazajo. Y necesitan muy pocas escenas para hacerlo. En dos sesiones, han construido algo enorme. Yo… yo estoy muy contento con Mateo.

Sigue leyendo la entrevista con Álvaro Mel y viendo más fotografías en la página 2