Él ya ha dirigido una película. ¿Serás la siguiente?
Es algo que cada vez siento más cerca, pero no tiene que ver con papeles que no me hayan dado, sino con que cuando llevas mucho en esto, de alguna manera tienes ciertos conocimientos generales. Los actores, como contadores de historias, solemos usar nuestro cuerpo como vehículo, pero tras tanto tiempo en este trabajo, conoces a tanta gente e incluso te haces íntima de directores y técnicos que hay algo en tu cabeza que hace que te inclines a aprender a contar historias. Yo tengo la necesidad de hacerlo desde otro lugar. Tengo mucha admiración y mucho respeto a la figura del director, por lo que nunca lo haría sin tener absoluta fe en algo que quiero contar. Empiezo a tenerla. Levantar un proyecto es complicado, porque requiere tiempo, esfuerzo y dedicación.
¿Te encargarías también del guión?
No escribo, pero tengo la inmensa suerte de tener a gente muy cercana, como Anna R. Costa, que me ayudaría a encontrar a una persona para que desarrollara una idea que tenga. Es decir: si me animo, yo tendré la idea y formaré parte del proceso creativo, pero el guión no lo haré yo. Si dirijo, tendrá que ser con gente que sepa mucho más que yo, que sea capaz de arroparme y que confíe en mi mirada.
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¿Ya tienes alguna idea de por dónde te gustaría que fuera tu historia?
Lo que más me mueve tiene que ver con los vínculos afectivos: no voy a hacer algo de tíos, sino algo más íntimo y que trate lo que me interesa, los vínculos emocionales románticos.
¿Cómo es trabajar con Rodrigo Cortés? Dice que trabajar contigo es un privilegio.
Es que dice cosas preciosas de mí: es algo que me llega de muchos sitios. Cuando vi ‘El amor en su lugar’ me quedé prendada, porque es una película especialmente bonita. Rodrigo me puso un WhatsApp un día, me llamó, me mandó el guión y me encantó, porque tiene un tono diferente y entretenido. Tenía muchas ganas de trabajar con él porque creo que es un hombre altamente inteligente, sensible y con un universo propio. Tenía expectativas altas y en el set crea un ambiente muy chulo, porque da acción y es capaz de hacer 17 tomas seguidas sin cortar. Para los actores es algo emocionante y agotador, porque entras en una especie de limbo en el que durante ese tiempo, no piensas: sólo haces y sabes que cuando cortas, es para siempre. Me pareció brutal. Eso consigue que en el set haya absoluto silencio y respeto, porque todo el mundo tiene su tiempo para hacer su trabajo y cuando dice “acción”, se crea una especie de cápsula temporal donde haces y desapareces.
Tres productos de CHANEL para crear un look beauty natural y luminoso: FOND DE TEINT SOIN, la base de la linea Nº1 que ilumina, hidrata y protege la piel; el bálsamo labial Nº1 en el tono Wake Up Pink, para nutrir y dar un toque de color en las mejillas; y el labial LE ROUGE DUO ULTRA TENUE 57 – DARLING PINK, de larga duración y que porta un tono luminoso mientras hidrata y nutre.
En la película Mario quiere entrar en la cárcel, ¿acaso no es la fama a veces una cárcel?
Es que lo mío no tiene que ver con la fama de Mario, porque él casi vivió el final de la ‘Cuore’, esa época en la que los paparazzi te seguían por la calle y vivías cierto acoso de la gente, algo que no he vivido. Aun así, bajo mi perspectiva hay momentos en los que la exposición y el reconocimiento son algo agobiantes, pero para mí, no es para nada una cárcel.
Muchas actrices viven las redes sociales con cierta angustia, como algo obligado, pero en las tuyas demuestras auténtica naturalidad y cero postureo.
De manera natural he ido llevando lo de las redes según ha ido surgiendo. Tengo tres perfiles: el mío, uno sólo para amigas y otro de comida. Algún día la liaré y me equivocaré de cuenta: siempre estoy al límite de hacerlo. Pero sigo llevándolo de manera normal y mi cuenta oficial es en la que subo casi todo casi todo. A veces en las películas te obligan a hacer promos, pero mi Instagram es propio: no quiero obligaciones a no ser que sea un curro que haya aceptado.