Un amigo al que no ves hace tiempo y que, cuando lo haces, parece que no ha pasado el tiempo. Así es Antonio Velázquez para nosotros. Nos encontramos justo al terminar de emitirse “El final del camino”, una serie medieval con mucha nobleza, acción, caballos y naturaleza. Quien conoce a Antonio sabe que no le puede ir más como anillo al dedo. Charlamos de la serie, de los proyectos en los que ha trabajado desde la última vez que nos vimos,… Y también de la vida, de la fama y de los postureos, o no, en las redes sociales. ¿Quiéres conocer un poco mejor a uno de nuestros actores favoritos? Éste es, en esencia, Antonio Velázquez.
Fotografía GERARD ESTADELLA
MUAH JUAN PACHECO
Studio Muaks & TheArtistTalents
para GHD y MAC COSMETICS
Realización MANU BERMÚDEZ
Asistente realización MARK COHEN
Localización ONLY YOU HOTELS
Pantalón y camisa LEVI’S / Cinturón WRANGLER / Calzado MANGO MAN
Hacía tiempo que no hablábamos y, en este tiempo, has tenido varias participaciones en series de televisión. La última, dando vida a un caballero medieval en “El final del camino”. Ha tenido que ser muy interesante grabar algo así.
Ha sido una experiencia en todos los sentidos. El hecho de rodar en el siglo XXI es una pasada por el vestuario, la ambientación…. La serie, con la construcción de la Catedral de Santiago como fondo, es de aventuras y mi personaje está totalmente ficcionado. Quiero decir que no sigue un rigor histórico, aunque se basa en algo real. Como actor me ha regalado muchísimas aristas, porque al principio parece muy marcado, pero según le van sucediendo cosas va evolucionando y ganando matices que lo hacen muy interesante. Los guionistas, en las primeras reuniones, me decían “Antonio, son de estos personajes que nunca lo vas a terminar de tener porque en cada capítulo te pone en una tesitura nueva”. Asique lo he ido trabajando a medida que iba avanzando el guion y ha sido una experiencia super bonita.
Vivir en Galicia durante el rodaje también habrá ayudado a que esa experiencia sea de abstracción total.
Yo estuve casi cinco meses allí. Es un regalo por un lado y también te hace alejarte de tu familia, tus amigos… Cinco meses son mucho tiempo. Luego llegas a casa y te das cuenta de que no ha cambiado nada, pero a veces se hace difícil. También te da mucha más concentración. Si estás en Madrid no dejas de estar en tu barrio, bajas y te tomas una caña con amigos… En un rodaje sí la familia y amigos son el equipo de rodaje. Es una convivencia con gente nueva y sí que, como actor, puede que te dé más concentración estar viviendo una especie de “gran hermano” (risas).
Camisa SELECTED HOMME / Camiseta LEVI’S / Pantalón MANGO MAN / Gafas MULTIOPTICAS
¿Es fácil adaptarse a esa convivencia tan intensa?
Al principio estábamos todos juntos en un hotel. El primer mes. Después pedí irme a un apartamento por el volumen de trabajo y conseguir estar más concentrado.
Un hotel cuando estás trabajando y es para más de dos o tres días puede ser agobiante…
Estaba como un león enjaulado (risas) La habitación del hotel, aunque estaba muy bien y tenía terracita, no deja de ser un espacio muy reducido. Al final, te mueves en pocos metros, escuchas a tu vecino, que es tu compañero, absolutamente todo (risas). Que te dan ganas de decirle “Oye, a las cinco de la mañana intenta no apuntar al agua cuando mees” (risas) Por un lado, sé que no estar en el hotel con ellos me hizo perderme muchas cosas de convivencia, pero necesitaba alejarme y tener ese punto de aislamiento y desconexión.
Llegar a casa, hacerte la cena y leer el guion tranquilo. Sentirte más en casa, te entiendo.
Totalmente. Soy muy de mi rutina. En el hotel entre que llegabas al restaurante, decidías que comías y te ibas ¡habían pasado dos horas! En casa llegas, coges cualquier cosa de la nevera y te pones a estudiar. Ganas en calidad de vida. También si algún amigo viene a verte, como Álvaro Cervantes, pues tienes un lugar más tranquilo. Esas visitas fugaces de amigos han sido mi único escape.