No es todos los días, que llamas a un piloto de motos y le pillas cortando uniformes. Si, lo has leído bien. Axel Pons, que ha competido en Moto2 se quiere dedicar ahora a la moda. Y a mucha honra. Pero si pensabas que la cosa se iba a quedar en posar como modelo frente a una cámara, te equivocas. Aunque podría perfectamente dedicarse a ejercer de maniquí profesional gracias a sus medidas y sus facciones, él apuesta por diseñar. Sí, corte y confección. Aunque más diseño, y menos corte y confección.
Hablamos con Axel Pons sobre su salto del taller de motos al taller de diseño, y lo que supone cambiar el pedal de las marchas por el pedal de la máquina de coser.
Entrevista con Axel Pons
¿Qué opina tu familia de este cambio?
“Yo estoy muy contento porque mi familia siempre me ha apoyado en todo lo que he querido hacer, tanto mis padres como mis hermanos y demás familiares. Sí que es verdad que cuando lo dejé, muchos conocidos me decían que le diera otra oportunidad más, otro año, porque me apareció una oportunidad para correr a mitad de año. Después de darle muchas vueltas e incluso ir a probar otra vez la moto y tal, lo pensé y decidí que prefería poner punto y final a esta etapa como piloto”.
Punto y final como piloto, pero puntualiza ‘como piloto’, porque nos confirma que es un punto y aparte a la hora de seguir dentro del mundo de las motos, porque siempre podría volver, ejerciendo otras tareas.
“La motivación que me hizo empezar este proyecto ya no la tengo. Difícilmente creo que vuelva a aparecer. Además, ya tengo 27 años y para volver a meterme a pilotar ya soy mayor”.
Es la primera vez que no compites en circuito desde el 2007. ¿Cómo te sientes?
“La verdad que es una sensación nueva. Llevaba toda mi vida dedicándome simplemente a intentar ser más rápido en los circuitos y este año decidí dar un paso al lado y mirar las cosas con más perspectiva y valorar si realmente valía la pena o no seguir corriendo. La verdad que estoy muy bien, más tranquilo que nunca”.
Tranquilo quizás sea una sensación nueva para un piloto que lleva tatuadas las palabras ‘Live’ en el índice y ‘Fast’ en el dedo medio. ¿Tu tatuaje ‘Live Fast’ es un guiño a la motos, o un guiño a otra cosa?
“No, solo a las motos. Sí que es verdad que toda mi vida he estado corriendo y yendo de prisa, como quien dice, pero es más un estilo de vida, el vivir sin pensarse las cosas dos veces, decir que sí a todo, viviendo el momento”.
Y debe ser con esa filosofía de ‘sí a todo’ que se apuntó incluso a una agencia de modelos. ¿Cuál fue el momento en el que pensaste que el posar podía convertirse en un trabajo de verdad?
“Hicimos una sesión de fotos para un patrocinador y el fotógrafo me dijo que le gusté mucho y que podía intentar meterme en una agencia de mucho prestigio dentro del mundo de la moda que es Sight. Nos presentaron y desde entonces estoy con ellos. Fue todo una casualidad, nada premeditado”.
A día de hoy tienen hasta sus ‘polas’ (corto para Polaroids), como se le llama a las fotos de pruebas de los modelos profesionales. Desde luego, a primera vista, encajas más como modelo que como piloto de motos, entre otras cosas por la altura (1,82 metros). ¿No?
“La verdad que como piloto iba un poco pasado de altura y peso, porque es importante ser ligero para correr en moto, pero bueno”.
Ojos azules, buen físico, ¿crees que hace falta más que esto para triunfar como modelo?
“Creo que es muy importante que te guste y estar dispuesto a viajar y a conocer a gente, ser simpático. En los dos mundos es complicado triunfar. Yo creo que en el mundo de la moto depende más de ti que en el de la moda. En el mundo de la moda al final no depende tanto de ti. Hay más factores. En el mundo de la moto eres tú y tu equipo y tienes más en tus manos el poder llegar lejos o no”.