Puede que seas una de las miles de personas que han conocido a Curro Cañete a través de sus libros, sesiones privadas de coaching o por medio de sus redes sociales. Y si lo has hecho y has puesto en práctica su método entenderás que tuviéramos que entrevistarle para hacer llegar su mensaje a más personas todavía. Un trabajo centrado, como sabes, en el crecimiento personal, la búsqueda de la esencia y los objetivos vitales y, sobre todo, la felicidad más duradera.

¿Todavía no conocías a Curro? Pues muy atento porque esta entrevista puede cambiarte la vida. Aprovechamos el lanzamiento de su nuevo libro, Ahora te toca ser feliz, para empaparnos de un método infalible para alcanzar la felicidad y todos nuestros objetivos vitales.

¡Entrevistamos a Curro Cañete!

ahora-te-toca-ser-feliz-portada-curro-cañete

Hazte con tu ejemplar aquí


Antes de nada me gustaría saber quién es Curro Cañete.

Si me preguntas quién soy… Es algo que todavía estoy intentando averiguar. Creo que mientras estamos en este mundo no llegamos a saberlo del todo. Pero sí vamos teniendo cada vez más conciencia sobre nuestro valor y aprendiendo que todos necesitamos amor y estamos aprendiendo en una escuela, la vida. Yo me considero eso, un aprendiz que se cae muchas veces pero que intenta aprender algo de cada caída. Cada error que cometemos es sabiduría si sabemos ver que aprendizaje hay para nosotros.

¿Cuándo empezaste a interesarte por estos temas, digamos, de crecimiento personal?

Siempre he sido una persona con un mundo interior intenso. Necesitaba respuestas y herramientas para poder curarme a mí mismo. Creo que todos estamos en un proceso de curación. Hice un viaje hace diez años, en un momento en el que estaba bastante perdido, y en ese viaje encontré luz, ayuda y felicidad. Ahí hice un compromiso con mi felicidad. Quería ser feliz por encima de todo. Una felicidad profunda, que pudiera sentir en el corazón y que no se puediera romper con todo lo que nos pasa. Y en ese camino estoy. Aprendiendo a que mi paz interior sea más importante que lo que pueda suceder fuera.

Hablas de un momento oscuro pero eras una persona de aparente éxito, o al menos teniendo en cuenta el concepto que tiene esta sociedad de éxito.

Si, no me iba mal, pero ahora tengo mucho más éxito. Tenía un trabajo que me hacía ir a fiestas glamurosas, rodeado de famosos… Pero realmente no era libre.

¿Qué dirías que era, en ese momento, lo que te alejaba más de ti mismo?

No me reconocía a mí mismo como era. No reconocía mi esencia y que tenía derecho a ser yo. Me negaba a mí mismo para ser aceptado por los otros. En mi caso me negaba mi espiritualidad y mi condición sexual para no perturbar a quién pudiera no entenderlo. Pero eso era muy dañino para mí. Cuando vas en contra de tu propia esencia, estás en peligro de muerte.

¿Por qué algo tan aparentemente sencillo, como ser tu mismo, resulta tan complicado?

Me gusta esa pregunta, es muy buena. «Quería tan solo intentar vivir aquello que tendía a brotar espontáneamente de mí ¿Porqué había de serme tan difícil?». Esa es una pregunta que escribió Hermann Hesse en uno de sus libros. Creo que es porque el juego de la vida consiste en aprender a sanar nuestras heridas, aprender a evolucionar como sociedad. A medida que lo hagamos de forma interna lo haremos de forma colectiva. A día de hoy hay muchas creencias limitantes, que obstaculizan el amor y lo hacen todo más difícil.


El juego de la vida consiste en aprender a sanar nuestras heridas, aprender a evolucionar como sociedad. A medida que lo hagamos de forma interna lo haremos de forma colectiva.


¿Podemos entender que son la heridas lo que nos hace difícil encontrar la esencia?

Estamos todos bastante contaminados, por decirlo así, no es tan fácil de explicar. Imagínate que tú ahora mismo tienes miedo, y me expresas ese miedo. ¿Qué crees que sucede? Que me contagias ese miedo, se cuela en mí y yo se lo puedo contagiar a otra persona. Y ese miedo, después de varios años, puede generar problemas y hacer descender más todavía. Consiste en ser equilibristas de nuestros miedos y conseguir, cada vez más, estar en nuestro centro. ¿Y cuál es ese centro? El presente.

Los libros de autoayuda, como son conocidos, y el coaching en general, tengo la sensación de que se tratan temas de sentido común. ¿Crees que si hubiera más sentido común harían menos falta?

Tienes mucha razón. Lo que muchas veces hago es recordar a la persona su valor, y eso es un tema de sentido común. En realidad a lo que ayudo es a conectar con su propia sabiduría. No sé qué es lo que tú quieres para tu vida, pero sí puedo darte herramientas para descubrirlo por ti mismo. Ayudamos a silenciar el mundo exterior para escuchar esa voz interior que solo podemos escuchar cada uno de nosotros. Por mucho que conozcas a alguien no puedes saber su destino, qué es lo que quiere, cuáles son sus deseos. Es una cuestión entre tú y el universo.

Cuando llega una persona a ti o a uno de tus libros entendemos que se trata de alguien que necesita ayuda en algún aspecto de su vida. ¿Cómo se le ayuda?

Lo que trato de hacer es averiguar qué es lo que realmente desea esa persona. No juzgo si el deseo es bueno o malo o si le conviene o no. Muchas personas ni siquiera saben lo que desean. A través de preguntas puedes lograr que esa persona llegue a su sabiduría interior. En Ahora te toca ser feliz hay un capítulo dedicado a eso. Si yo te pregunto qué es lo que deseas de forma más intensa habrá una respuesta. Y si te pregunta qué es lo que deseas después, el siguiente paso o deseo que te gustaría cumplir tu atención va hacia allí. Puedes tardar un tiempo en clarificar tus deseos, pero una vez que sabes cuáles son puedes convertirlos en objetivo. Y para poder hacerlo necesitas creer que puedes lograrlo. Hay que ayudar a creer que es posible. Si otro puede tú también puedes. Hay que ver las maneras de conseguirlo, qué necesitas. Si quieres bajar de peso puedes necesitar un nutricionista, encontrar recetas saludables que te gusten, ver vídeos de YouTube… Crear un plan. Encontrar motivación e ideas que te puedan acercar al objetivo. Centrarse en el presente y tener paciencia en cuánto tardas en lograrlo dependiendo del tiempo que tengas para dedicarle.


Muchas personas ni siquiera saben lo que desean. A través de preguntas puedes lograr que esa persona llegue a su sabiduría interior.


Hay muchas veces que por muy centrada que esté la persona, hay factores externos. En el plano laboral, por ejemplo, por mucho que alguien quiera progresar y tenga claro hacia dónde, se encuentra con el contexto socio económico. Una crisis global pone más difícil las cosas. ¿Qué se hace en ese caso?

Pero no puede en este momento, no quiere decir que no pueda lograrlo dentro de cinco años ¿No?

Eso es.

Entonces esa persona podría continuar tratando de mantener una actitud positiva para llevar su situación actual de la mejor manera posible. ¿Cuánto tiempo te queda libre o qué recursos tienes para seguir cultivando esa faceta que quieres desarrollar? Si tienes cinco minutos, pues cinco minutos. Si tienes tres horas pues podrás avanzar mucho más rápido. Lo primero que tienes que saber es que tú puedes llegar a ese objetivo si sigues enfocado en él. Ahora, si te frustras, te peleas con tu objetivo y no haces nada o te dedicas a ir de fiesta todos los fines de semana… Lo vas a olvidar.

Se trata entonces de vivir el presente caminando hacia el objetivo.

Decisiones conscientes. Eso es lo que enseño. ¿Qué es lo que tú puedes hacer para llegar al lugar al que tú quieres llegar? Es muy sencillo. Si ahora mismo tienes cuatro hijos pequeños y no tienes ni un minuto libre lo que puedes hacer es centrarte en el presente y decidir que dentro de un tiempo, cuando los niños estén en la guardería, vas a empezar en una escuela de pintura. De esta manera puedes tener ideas claras, un plan. ¿Y para qué sirve? Pues ese plan sirve para tener más tranquilidad y poder vivir plenamente en el presente.


¿Qué es lo que tú puedes hacer para llegar al lugar al que tú quieres llegar? Es muy sencillo.


En este momento tan loco que estamos viviendo… ¿Cómo podemos hacer para llevarlo lo mejor posible, optimistas y centrados en los objetivos?

Lo primero, tenemos que comprendernos. Hay que aceptar que tenemos días malos, de oscuridad. Es normal tenerlos en un momento como el que estamos viviendo. Ahora mismo todos somos héroes en una situación complicadísima. Animaría a usar este tiempo en lo que cada uno crea que le va a ayudar a crecer como persona. Hay una frase que dice: «Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para reconocer la diferencia«. Hay que aceptar la situación y preguntarte qué puedes hacer para conseguir que te haga crecer.


Hay que aceptar que tenemos días malos, de oscuridad. Es normal tenerlos en un momento como el que estamos viviendo. Ahora mismo todos somos héroes en una situación complicadísima.


En las consultas o sesiones de coaching que todavía haces ¿Cuál es el motivo de consulta mayoritario? ¿Tienes algún feedback sobre qué es lo que más nos preocupa?

Tengo muchísimo feedback, además de por las sesiones, por todos los mensajes que recibo a diario. Tengo historias para dar, regalar, escribir… Lo cual me hace comprender más el comportamiento humano y reafirmarme en que todos estamos aprendiendo. El denominador común, sin duda, es el miedo. El miedo que produce la inquietud de no saber, de perder la esperanza de hacer nuestros sueños realidad, ante lo desconocido… Y lo entiendo. Es muy fácil tener miedo en estas circunstancias. Pero me gusta poner el foco en alimentar la esperanza, la fe, el amor… Estamos cerca de vivir algo maravilloso, algo muy bonito que requiere cruzar este invierno para poder disfrutarlo.

¿Hacia dónde vamos? ¿Ese sitio tan bonito cuál es?

Siempre sale el sol después de la oscuridad. Y cuando pase esta pandemia estoy convencido de que vamos a ser más felices. Vamos a valorar mucho más todo lo que nos ha arrebatado. No nos vamos a poder creer que podamos abrazar, ligar, viajar… ¡Va a ser la bomba! Un momento de felicidad colectiva que vamos a vivir todos y que viene después del sufrimiento.


Cuando pase esta pandemia estoy convencido de que vamos a ser más felices. Vamos a valorar mucho más todo lo que nos ha arrebatado.


Los felices años veinte, second round.

Ya lo veremos, está por escribirse. Estoy atento y, mientras tanto, tratando de evolucionar todo lo que puedo.

Tercer libro, Ahora te toca ser feliz. ¿Cómo te sientes habiendo conseguido el éxito con tu profesión?

Antes era feliz pero ahora lo soy más. El éxito te hace evolucionar y ser una persona más consciente. Si tienes los pies en la tierra, claro. Hay gente que se ha extraviado. Pero yo he cumplido el sueño que tenía en mi corazón. Quería tener la certeza de que ayudaba a muchas personas a través de mi escritura y eso es una realidad. Eso era lo que quería. Mi deseo, si soy honesto, era no ser un escritor para mis amigos y familiares. Quería llegar a mucha gente y eso se ha hecho realidad. Lo que siento es un agradecimiento muy grande. Tengo un tatuaje en la mano que dice «Gracias» y es por eso. No creo que en la suerte. Creo que es justo lo que he logrado porque he puesto todo mi empeño en conseguirlo, todo lo que podía hacer lo he hecho. Y en ese trabajo continuo. Salir de la zona de confort requiere valentía. Tuve que atreverme a hacer una serie de cosas y la recompensa la he recibido multiplicada por mil.

¿Y qué pasa con los que ponen todo de su parte pero nunca lo consiguen? ¿A qué se debe?

Eso habría que verlo en cada caso en particular. Porque no creo que sea así. Siempre que tengo una sesión con alguien y se encuentra en ese punto es por algún motivo que le hace estar distraído. O está en una relación tóxica, o camina directamente en dirección contraria. Si tú estás enfocado en tu objetivo siempre vas a ver resultados. Mayores o menores pero siempre hay. Se van dando pasos. La cosa es mantenerse enfocado.

¿Este libro, Ahora te toca ser feliz, puede ayudar a esto?

Precisamente está escrito para eso. Para identificar los objetivos con total claridad y, luego, centrarnos en conseguirlos colocando ladrillos de ese edificio. Y poner cada ladrillo con la mayor felicidad posible en ese momento.

Pues espero que puedas ayudar a muchas más personas. Por ellos y por ti mismo. Gracias por este ratito.

Muchas gracias a ti. Un abrazo enorme.