Su colaboración con BEEFEATER en la creación de #BEEFEATERXO, unos cócteles sacados directamente del manicomio, nos sirve de excusa perfecta para charlar con el chef que más moldes, y platos, ha roto.

Atrevido, creativo, innovador,… se pueden usar muchos adjetivos para definirle pero nosotros preferimos usar BRUTAL. Porque así es su cocina y todo lo qe sale de su cerebro. ¿Quén dijo que la alta cocina no podía ser una fiesta? Que se calle porque ha llegado Dabiz Muñoz para demostrar que sí.

Fotos Andrés García Lujan

Te iba a preguntar que como surge esto de la cocina en ti pero, viendo lo que haces, está claro que es algo vocacional…

Así es. Con 12 años mis padres me llevaron a “Viridiana”, el restaurante de Abraham García, y, a partir de ese momento, pasó a ser mi ídolo. Mientras que los chavales de mi edad estaban fascinados con artistas o futbolistas, yo solo podía pensar en él y en lo que había visto y probado en su restaurante. Quería ser como él.

¿Te habías imaginado, aunque fuera de una manera lejana, llegar donde has llegado con la cocina?

No se si imaginármelo pero, desde luego, siempre soñé con tener mi propio restaurante. No tenía el concepto DiverXO en la cabeza, no era adivino, pero sabía que quería que fuera un sitio muy creativo donde la gente se pegase por ir.

¿Y los comienzos hasta llegar a conseguirlo como fueron?

Con mucha ilusión. Lo primero fue cocinar en casa de mis padres con 12 o 13 años. La escuela de hostelería la empecé a los 17 y, a la vez, a trabajar en BALZAAC. Para mi era todo ilusión. De hecho, al final la cocina es algo a lo que dedico mi vida pero nunca ha dejado de ser un hobbie. Lo recuerdo todo como ahora. Muy ilusionante. La ilusión, y eso es una pasada poder decirlo, es la misma.

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