¿Y cómo ha sido ese adiós? ¿Guardas algún recuerdo del último día de rodajes?
La verdad es que aunque lo tomáramos como un regalo, el último día de rodaje afloraron las emociones y lloramos muchísimo, pero de satisfacción, la de haber sido parte de este trabajo tan bonito que ha mantenido el nivel en los años y ha acabado siendo historia de España. Al final es muy complicado que una serie pueda estar tanto tiempo y mantenerse en los años, así que ha sido un regalo inmenso.
Después de estos cinco años con otros proyectos tan diferentes no solo ha pasado el tiempo, sino que tú también has cambiado. ¿Te has notado diferente al volver a meterte en la piel de Karina?
Es cierto que vuelves a la serie con un crecimiento personal y profesional, al final partes de otro punto, ha pasado el tiempo. Supongo que inconscientemente le das otra mirada y otra forma de encarar escenas y situaciones, porque maduras, al igual que madura el personaje que, por supuesto, mantiene su esencia y su forma de ser. Eso es muy bonito.
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Casi toda España ha crecido viendo a Karina cada jueves. Tú y tu personaje habéis pasado juntas 22 años, ¿crees que hay algo de ella que hayas hecho tuyo tras tanto tiempo?
Pues creo que yo tengo esa facilidad de escuchar “corten” y desconectar del personaje, saber que se trata de un trabajo. Cuando era pequeña, me tomaba los rodajes como un juego o una asignatura extraescolar. Siempre tienes que tener claro cómo piensa, actúa y siente tu personaje, y que tú luego haces tu vida, que no tiene nada que ver. Aunque quizás al haber empezado tan pequeña en la serie es posible que haya pasado más bien al revés, no creo que haya afectado mi forma de ser de forma muy notable, pero de alguna forma Karina sí que tiene cosas mías. Desde pequeña siempre he tenido carácter, esa fuerza reivindicativa que ella también tiene.
Al dejar Cuéntame has trabajado mucho en el registro del drama, como la serie “Alba”, en la que encarnas una joven que ha sido víctima de una agresión sexual en grupo, y alguna vez has dicho que estás cómoda en este registro, ¿te apetece seguir en ese camino?
Cuando haces dramas intensos acabas agotada, llegas a casa con la sensación de que no puedes más. Pero hay algo que disfruto como actriz, porque te lleva al límite. Disfruto todos los registros, también los que son menos intensos, pero agradezco los proyectos cañeros, sobre todo, si conectas bien con el director y tus compañeros. Supongo que soy un poco kamikaze, y cuando algo es difícil me motiva mucho más.
Vestido KOAHARI
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¿Y qué te supondría ahora un reto?
Pues no me gusta mucho pensar en el futuro, soy más del aquí y el ahora, e ir agradeciendo poco a poco lo que viene. Me suelo dejar llevar siempre por mi intuición personal. En esta profesión todo va tan rápido y existe esa ansiedad de querer tantas cosas que es necesario decir “vamos a parar y a disfrutar, están pasando cosas preciosas.” Hoy en día más que nunca, y quizás también por las redes sociales que alimentan ese ritmo, es importante pararse y ser consciente y disfrutar de lo que nos esta pasando, y no tanto en los “y si hubiera hecho”, o “quiero hacer lo otro.”