El escualano es uno de los ingredientes cosméticos de moda. Y, sí, es uno de los beneficios de las aceitunas en su uso cosmético. Pero, cuidado, si ya de por sí todos los activos generan dudas sobre cómo se llaman y para qué sirven, con éste en concreto las cuestiones aumentan, porque se parece demasiado a su primo el escualeno.
Resulta imprescindible diferenciarlos porque, del mismo modo que cambia una letra en su denominación, también se modifica el resultado sobre la piel. Mientras que el escualano (con A) es fundamental para mantener la hidratación de la piel, su hermano mayor -el escualeno, con E-, tiene el mismo resultado pero con un poco deseado efecto secundario: puede producir granitos.
«El escualeno como tal es un ingrediente comedogénico (produce imperfecciones debido a que obstruye los poros de la piel). Para evitarlo, se estabiliza en laboratorio, convirtiéndolo en escualano, consiguiendo los mismos beneficios sin congestionar la piel.»
¿Qué es el escualano?
«El escualano es un principio derivado de las aceitunas y que se forma por estabilización del escualeno.», expresa Raquel González, directora de educación de Perricone MD. Todos los expertos coinciden en que resulta esencial para proteger las células de la piel y mantener sus niveles de hidratación. De hecho, es una sustancia que está presente en el organismo, pero como ocurre con el colágeno o la elastina, su presencia en el cuerpo se ve reducida según avanza la edad. «De base, forma parte de alrededor del 15% de las grasas naturales de la piel, pero a partir de los 20 o 30, se ralentiza la sintetización natural de este principio y, para mantener unos niveles óptimos, hay que acudir a opciones alternativas como la aplicación de uso tópico, siendo un activo cada vez más presente en más formulaciones.», expresa Elisabeth San Gregorio, trainer de Medik8.
En cosmética, el escualeno se obteniene a partir de las aceitunas, se trata en laboratorio para estabilizar y se transforma a escualano.
¿Para qué sirve el escualano?
La naturaleza es sabia y por eso hace que la piel tenga de base principios que la mantienen equilibrada. «La función principal del escualano es mantener la barrera hidrolipídica que protege a la piel de agentes externos y que evita que se pierda la humedad o agua, favoreciendo así un equilibrio óptimo de hidratación.», añade Valeria Navarro, directora técnica de la firma Boutijour.
Además de esto, resulta que es un poderoso antioxidante, lo cual es de suma importancia, puesto que protegerá la piel ante agresores como los radicales libres, principales agentes del envejecimiento de la piel.
Además, potencia los beneficios de otros productos
Uno de los principales problemas que suelen encontrar algunas formulaciones es la penetración en la piel: cómo traspasar la barrera de lípidos para que los activos lleguen a las capas más profundas. Elisabeth San Gregorio explica que: «El peso molecular juega un papel importante aquí, pero también otros ingredientes, como el escualano. Al ser un principio que produce el cuerpo, lo identifica como un agente propio, permitiendo así la penetración de diferentes ingredientes». Así es como es incluye en diferentes fórmulas, como las de muchos retinoles, mejorando la penetración y, por ende, eficacia de la vitamina A en la piel.