Irene Arcos es una de esas actrices que adora el mundo de la interpretación desde cada una de sus aristas, entre las que camina con soltura; desde su formación en Comunicación Audiovisual cautivada por la belleza de los planos y la fotografía trabajando tras las cámaras, a ser una intérprete premiada por la Unión de Actores. Podemos verla encarnando a Macarena en la segunda temporada de “Todos mienten”, de Movistar Plus y dirigida por Pau Freixas, y a partir del 29 de noviembre, sube de nuevo a las tablas bajo la dirección de Israel Elejalde en “Tan solo el fin del mundo”, en las Naves del Español del Matadero Madrid.


Chaqueta PURO EGO
Camisa ZOTTIER
Pantalón ZOTTIER
Flor choker MANGO
Calzado Pull & Bear


irene arcos

Fotos Manu Bermúdez
MUAH Noemí Nohales
Estilismo Paula Peña
Asistente foto Iván Molina
Localización Westin Palace Madrid


Sobre la importancia de la llegada de papeles más completos, contradictorios y humanos protagonizados por mujeres en la pantalla, al miedo como motor artístico en los proyectos profesionales o el teatro como toma de tierra y bálsamo de reconexión con una misma. No te pierdas nuestra charla con la actriz.

Acabáis de presentar la segunda temporada de “Todos Mienten”, con nuevos giros y mucho más misterio. ¿En qué cambia tu personaje en esta segunda temporada y cómo lo has preparado?

Pau Freixas mezcla el thriller con el humor negro y el drama muy bien. Yo siento esta temporada llena de ese humor negro, además de la llegada de nuevos personajes maravillosos. Sigue las notas de la primera, pero lleva las situaciones más al límite. Si en la primera temporada los personajes se enredaban en situaciones y estaban sobrepasados por ellas, en esta segunda están cada vez más atrapados dentro de los acontecimientos que se plantean como ejes.

Cada vez hay más series, así que renovar segunda temporada dentro de esa vorágine de opciones no es nada fácil…

Es cierto que se están haciendo muchísimas series, así que, que exista una segunda temporada ya es todo un éxito. Para nosotros fue un auténtico placer volver a rodar y reencontrarnos en esta serie. Teníamos muchas ganas. Pau Freixas adora los planos secuencias y nos deja muy libres a la hora de interpretar; existe una estructura muy teatral, con escenas largas que mezclan drama y comedia, y los actores disfrutamos mucho.

Alguna vez has dicho que el papel de Macarena es el más kamikaze que habías interpretado. No estamos acostumbrados a ver papeles en los que la fuerza recaiga tanto sobre la mujer, y el planteamiento del personaje de Macarena trae historias complicadas. ¿Qué piensas de esta necesidad de apertura hacia tramas que recaigan sobre mujeres? Parece que al thriller aún le cuesta.

Cada vez vamos encontrándonos más protagonistas mujeres en thriller y en comedia. Por suerte, hay una tendencia hacia este cambio. Como actriz es muy enriquecedor encontrarse con una mujer a la que se le permite errar, hacerlo mal, mostrar contradicciones y miedos, características que se daban más en personajes masculinos, que podían cagarla o ser graciosos. Las cualidades de las mujeres quizás estaban más encorsetadas. Macarena decide dinamitar su vida. Nada de voy a pensar “voy a hacer las cosas bien”, ella acciona el botón de “salir de aquí”.

Lo interesante de todos los personajes en esta serie es que son torpes. No hay maldad; asumen los acontecimientos según van llegando, sin una planificación. Concretamente, mi personaje, Macarena, es así. Reacciona ante los acontecimientos que ella misma desencadena. Es un personaje que tiene sus contradicciones, no es plano y está muy vivo.

Es un personaje muy humano que comete errores y, sin embargo, el público empatiza. Los actores decís que no hay que juzgar a los personajes sino entenderlos. ¿Cómo se consigue que el público también empatice con estos personajes, incluso cuando la cagan?

Yo trato de abrirme hacia el personaje, sin hacerlo de trazo gordo; hay que ir a las líneas pequeñas, a lo humano, a las contradicciones, así se construyen las personas de carne y hueso. Todos somos contradictorios y eso nos hace humanos, se trata de tener esa escala de grises.

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