MM: “¿Y qué opinas de las sudaderas que ha hecho una marca de ropa con el logo de Élite? Pero más importante ¿tienes una?”.
JL: “Netflix nos regaló alguna. Tengo una que pone Élite y otra que pone ‘Las Encinas’. Hicieron una de chica que me gusta más que la de chico”.
MM: “¿Te las pones?”.
JL: “A ver, me parece demasiado narcisista el salir a la calle con una camiseta de Élite. Pero me la pongo para estar por casa porque son muy cómodas”.
«La primera escena de sexo que hice en cámara fue en La Casa de Papel con Esther (Acebo). Lo hablamos antes. En bolas y punto.»
MM: “Hablando de ropa, hemos leído que usas calcetines en las escenas subidas de tono, pero no en los pies entiendo. Cuéntanos más”.
JL: “Sí, depende de la confianza. Cuando tienes que hacer escenas de sexo donde tienes algún plano abierto, donde se vería la ropa interior, te pones un calcetín en el asunto. Es incomodísimo. Prefiero hablarlo con la compañera y decirle ‘oye, si no te importa yo estoy libre de todo’. El calcetín en cuestión era un ejecutivo que apretaba muchísimo, porque claro, tienes que meter todo ahí. Es un desastre y la imagen ni te cuento. Imagínate quitarte el albornoz y estar ahí con el ejecutivo colgando, que encima son calcetines largos (risas)”.
MM: “Gracias por esa imagen mental. Entiendo que más que sexy, lo que provoca son risas”.
JL: “Entonces fuera calcetín y fuera todo. Yo recuerdo que la primera escena de sexo que hice en cámara fue en La Casa de Papel con Esther (Acebo), que además lo hablamos antes. En bolas y punto. Porque se vive un ambiente en el que son los actores que son los primeros que tienen la responsabilidad de relajarlo, haciendo ver que no pasa nada”.
MM: “Cuando yo era joven, las series de teenagers, eran para teenagers. Series como Sensación de vivir o Al salir de clase. Pero hoy, las series de adolescentes están también enfocadas a mayores, por ejemplo Riverdale o incluso Élite. ¿Cuándo te presentaron el proyecto pensaste que iba a ser algo como Rebelde Way, o sabías que iba a ser más ‘oscura’ o de intriga y que podía verla un público más maduro?”.
JL: “Al principio cuando me llega la propuesta del casting, le llegó a mi representante y me cuenta un poco por encima y veo que es una serie de adolescentes y me daba un poco de miedo. Primero, porque no me apetecía nada hacer una serie de adolescentes desde la versión edulcorada de la gente adulta que considera al adolescente como un ser humano que no tiene derecho a sufrir, porque no es suficientemente maduro. Pensé ‘no me apetece hacer esto’. Pero pedí que me pasarán una separata para ver cómo estaba escrito y lo que leí me gustó un montón. Y fui a hacer la prueba y lo que hablé con la directora de casting me gustó muchísimo y me contaron la Biblia de la serie, por dónde iba a ir, y me pareció súper interesante, sobre todo porque era una serie hecha casi por adolescentes y para adolescentes, desde una visión muy realista y muy objetiva de los problemas reales que tiene la gente joven. No esta cosa de ‘somos unos loquitos y nos emborrachamos solo’…”
MM: “Que también”.
JL: “…Que también, por supuesto, pero eso también lo hace la gente de cuarenta. Entonces me pareció muy interesante que se contaran cosas con transcendencia, por decirlo de alguna manera.”
MM: “Entiendo que uno de los retos a la hora de interpretar a Nano (su personaje en Élite) es que se parecía bastante a Denver (su personaje en La casa de papel). Ambos son chicos malos que se enamoran y en el fondo son un trozo de pan. ¿Cómo afrontaste este reto?”.
JL: “Este fue otro de los estímulos que me hizo decir que sí a la serie, porque veía un súper reto el hacer dos personajes que comparten un rango social casi idéntico e intentar darles una humanidad diferente. Con Denver creo que tengo una forma súper característica de hablar. La forma que tenía de transmitir su palabra me descubrió mucho sobre el personaje. Cuando hago algo como actor me gusta mucho guiarme por la forma de comportarme, de moverme, de hablar. Con Nano sin embargo intenté hacer un tío con una inteligencia emocional menos desarrollada que Denver, pero con una inteligencia psicológica más desarrollada, intenté hacerlo un poco más pícaro. Por ahí me guié un poco”.