MM: “¿Sabías que había un video en YouTube, en la cuenta oficial de Netflix USA, dedicado a tu risa en La Casa de Papel, la risa de tu personaje?”.
JL: “No lo sabía, ¿¡en serio!?” ¡Debe ser insoportable ese vídeo! (Risas)”.
MM: “Tuve que quitarle el sonido (risas). No, es broma”.
JL: “No sabía que existía ese vídeo”.
MM: “Por lo que veo al oírte reír ahora, no es tu risa propia. ¿De dónde salió la risa de Denver?”.
JL: “Me acuerdo perfectamente que cuando me llega la separata del casting, en el guión no ponía que se reía ‘ja, ja, ja’ así (ríe como Denver). Ponía que se reía de una forma muy característica, muy peculiar. Lo repetían mucho en el guión y pensé ‘me voy a inventar una risa’. Y fui con esa porque me hizo gracia. Qué horror decir que te haces gracia a ti mismo (dice pensando en alto y sonriendo). Y pensé, ‘venga la voy a hacer en el casting’. Me lancé y se quedó. De esa cosa que te ríes, con una cosa tan estúpida como una risa, pero descubres un montón de cosas del personaje”.
MM: ¿Te han dicho alguna vez que tu risa recuerda un poco a la de John Travolta en la película Grease?
JL: “¿Es parecida? Pues fíjate que no lo hice aposta. Es un actor que admiro muchísimo. Era mi primera película fetiche de enano y seguro que formaba parte de mi imaginario o algo así. Me parece un piropazo.”
MM: “La plataforma Netflix ha llegado para catapultar a actores a veces desconocidos a la fama internacional, cosa que antes era bastante más complicado, sobre todo si eras Español o Francés por ejemplo. ¿Tu éxito te parece algo abrumador?
JL: “Mi proceso es un poco diferente. Yo ruedo La casa de papel, que fue para Antena Tres. Y cuando se termina la emisión nos enteramos que la había comprado Netflix. Pero bueno, también han comprado otras series españolas y no había pasado lo que pasó después con La casa de papel. De repente revienta y claro, fue un éxito totalmente inesperado. Nadie pensó ‘ooooh lo ha comprado Netflix, lo va a ver todo el mundo’. No sabía que iba a pasar. Como no generamos ningún tipo de expectativa el regalo fue incluso mayor. Pero también fue un poco duro. Me costó mucho adaptarme al nuevo estilo de vida que me propuso esta repercusión tan grande. Y con Élite ya por ejemplo, tanto Miguel como María como yo ya estábamos viendo por donde iba la cosa con toda la promoción que estaban haciendo. Dijimos: ‘chabaletes esto va a ser heavy, los pies en la tierra y muy cerca de los vuestros y llevad cuidado porque es peligroso. Es muy fácil desviarse’”.
MM: “Claro, hasta hace muy poco podías andar por la calle y pasar desapercibido. ¿Cómo vives este cambio?”.
JL: “Esto lo separo por fases. El tema del corazón no lo voy a aprender en la vida. Lo odié en su tiempo, lo odio hoy y lo odiaré siempre porque no lo soporto. Pero con el tema de convertirse en un personaje público, por decirlo de alguna forma, yo cuando empezó a pasar dije bueno esto es buen síntoma de que ha ido bien y es guay. Pero avanzaba la cosa y no paraba y la verdad que me entró un poco de ansiedad. Hubo una época dije ‘ostras se me escapa un poco la vida’ ¿sabes? De repente parece que todo lo que hago o digo tiene trascendencia y es mentira. No es verdad que lo que haga yo sea más importante de lo que haga otra persona. Hay personas que son súper educadas y amables y hay otra gente que no. Hay gente que invade mucho tu intimidad y aprender a decir que no también es un gesto de humildad y de respeto hacia uno mismo y que cuesta mucho. Entonces he estado en un casi eterno conflicto para intentar sacar todo lo bueno y lo positivo que estaba pasando y dejar de lado lo malo. Hasta que me di cuenta de que llevarlo bien o llevarlo mal es una decisión, como tú lo quieras llevar. Entonces ahora estoy en un momento positivo, pero no es nada fácil”.
«El tema del corazón no lo voy a aprender en la vida. Lo odié en su tiempo, lo odio hoy y lo odiaré siempre porque no lo soporto.»
MM: ¿A quién te llevarías a una isla desierta? (Es el título de su nueva película basada en la obra de teatro homónima escrita por Paco Anaya y Jota Linares y estrenada en 2012. Y lo utilizamos porque somos muy originales).
JL: “Dios quiera que con lo hiperactivo que soy nunca acabe en una isla desierta. Me muero del aburrimiento ahí, por favor”.
MM: “¿Un ukelele?”.
JL: “No, a mi pareja”.
Intuimos que no le hace mucha ilusión hablar de su vida privada, que esto de tener un foco encima fuera del plató es algo nuevo para él y que está intentando llevarlo todo con la máxima naturalidad posible, pero que es complicado. Así que le contamos la verdad.
MM: “Hablando de parejas hemos pedido a nuestro lectores que nos manden preguntas que quieran hacerte (es verdad), y la mayoría quiere saber más sobre tu relación con María (también es verdad), tu compañera de reparto”.
JL: “(Sonrisa) Estoy viviendo una etapa muy bonita”.
Y la espada de Damocles se esfuma…