Jaime Lorente sabe lo que es sentirse arrollado por un éxito repentino e internacional. Una serie, una plataforma… y a volar. En ese viaje hay que llevar paracaídas y a el nadie le avisó.
Nos encontramos con Jaime Lorente escasos minutos antes de presentar en rueda de prensa su próximo proyecto: Matar cansa. Un monólogo en teatro con el que hace un «desnudo integral emocional» y en el que lanza un mensaje claro: «Esto es lo que soy, esto es lo que me apasiona y esto es lo que me define a mí como actor».
No tiene que demostrar nada, pero lo siente necesario. Matar cansa es la oportunidad, además, de usar su posición, que sabe privilegiada, para acercar a sus seguidores a esa parte de la cultura menos mainstream que necesita marketing de influencia.
Podía seguir la rueda, hacer más series adolescentes, campañas de publicidad y vivir la vida… Pero echaba demasiado de menos esa sensación de «estrenarse encima». ¡Y queremos que nos lo cuente! ¿Nos acompañas?.
Entrevistamos a Jaime Lorente. Matar cansa ¿cómo la fama?
¿Qué tal? ¿Nervioso con el estreno?
Pues aquí estoy, que me estreno encima (risas). Tengo muchas ganas.
Me encanta eso de «estrenarse encima» (risas)
Totalmente, con muchas ganas de enseñarlo. No puedo más.
Pues no es por ponerte más nervioso pero aquí tienes mucha responsabilidad, todo el peso es para ti.
La verdad que sí. Es un viaje muy curioso. No tengo excusa ni puedo echarle la culpa a un compañero (risas). Si sale una mierda me lo como.
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Y si sale bien también hombre… Cuéntame como te metiste en este embolado.
Pues ha sido una oportunidad preciosa que me ha dado la vida. Uno de mis hobbies es buscar teatro y en esa búsqueda di con Santiago Loza. Empecé a investigar sobre él y vi que tenía muchos monólogos. Uno de ellos, El mar de noche, me interesó mucho pero estaba descatalogado, así que se lo pedí. Y me dijo que ese no, pero que me pasaría Matar cansa. Me fascinó. Le dije que quería hacerlo, le pareció una idea fantástica y aquí estamos, a puntito de estrenar.
Es toda una suerte poder moverte con tanta facilidad entre hacer series adolescentes, libros de poesía y monólogos de teatro ¿no?
Creo que sí. Además era algo que a nivel artístico necesitaba. Todo este éxito de La casa de papel me ha regalado muchas cosas pero al final me ha quitado mucho espacio creativo. No siempre eres visto como una figura artística sino como una especie de producto. Y amo el teatro, hacía dos años que no me subía a un escenario y lo echaba muchísimo de menos. Para mí es también una forma de decir «Esto es lo que soy, esto es lo que me apasiona y esto es lo que me define a mí como actor».
Todo este éxito de La casa de papel me ha regalado muchas cosas pero al final me ha quitado mucho espacio creativo. No siempre eres visto como una figura artística sino como una especie de producto.
¿Qué esperas que se vea de tí en esta obra?
Pues no lo sé. Ojalá entiendan que esto es un desnudo integral a nivel emocional. Toda la puesta en escena está pensada para no tener excusas como actor y para que la gente pueda entender que no soy el resultado de ningún éxito sino que esto lo vengo mamando desde muy pequeño, este oficio. Ojalá me vean no como Denver de La casa de papel sino como un actor más que sube a un escenario a contar una historia. Con la valentía, además, de hacerlo en el momento en el que estamos.