«Que Alejandro Sanz te llame y te diga que quiere que interpretes con él una canción en su nuevo disco… Es magia.»

Y más para Judit Neddermann, una artista catalana que en ese momento, y con tres discos publicados, empezaba a darse a conocer fuera de su tierra. Este segundo, el tema que ha compartido con uno de los artistas más internacionales de nuestro país, la impulsó en esa carrera que comienza ahora a nivel nacional.

Para celebrar la llegada de Aire, el disco que verá la luz muy pronto con ocho temas en castellano, y el anticipo que acaba de estrenar, el single Siento que vuela, hablamos con Judit Nedderman. También para saber como está viviendo este confinamiento, sus planes de futuro y, por supuesto, su experiencia trabajando junto a uno de los grandes.

Entrevistamos a Judit Neddermann

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No te pierdas el vídeo de Siento que vuela, el single que anticipa su nuevo trabajo: Aire.

Lo primero ¿Qué tal estás? ¿Qué tal llevas todo esto?

Bueno, por suerte bien. Pasando los días e intentando coger rutinas (risas). No queda otra…

Estás en Barcelona ¿verdad?

Estoy en Vilassar de Mar. Se agradece tener el mar cerca. Este es mi pueblo y hace un añó que volví. El confinamiento aquí es mucho más tranquilo.

¿A nivel creativo está dando de sí?

Pues he estado bastante ocupada grabando cosas. Estribillos, estrofas… Todo para acciones solidarias derivadas de esta situación. Grupos que querían sacar versiones… También he empezado como dos o tres canciones mías, que de momento son ideas, y estoy trabajando en la música de una obra de teatro que saldrá el año que viene.

Cuando dijeron que teníamos que quedarnos en casa y sin saber por cuanto tiempo pensé que me iba a ser más complicado. Estoy acostumbrada a estar fuera mucho tiempo y, sinceramente, pensé que lo iba a llevar fatal. Pero ha sido todo lo contrario. Cada día he tenido varias horas ocupadas con estas canciones, también he estado dando clases de guitarra que era algo que siempre he querido hacer y no tenía tiempo… ¡Y la casa!. Es algo que cuesta dedicarle tiempo cuando estás trabajando. En fín, al final siento que lo estoy aprovechando mucho…

¿La industria como la sientes de cara a la famosa «nueva normalidad»?

Lo que noté las primeras semanas fué un movimiento muy alegre de artistas y grupos para animar a la gente. Crear contenido para que no se vinieran abajo y para entretenerles. Paralelamente vi la problemática que empezaba a surgir. Ahora mismo no hay conciertos y todo lo que se hace en redes es promoción pero no genera ingresos. Y esto ví que generaba mucho debate interno, al menos entre músicos y artistas, y en los sindicatos también. Entonces se organizó el apagón cultural, al que me sumé. Creo que ha sido necesario para concienciar a la gente en ese sentido.

Encontrar el equilibrio es complicado. Evidentemente es vuestro trabajo y vivís de ello y entiendo que compartirlo gratuitamente pueda ser un dilema.

Exacto. Lo es. A parte hay un tema de privilegio. Si eres un artista que, por una gira o tu volúmen de trabajo, tienes recursos para vivir unos meses estás más tranquilo y más disponible para poder compartir en redes. Pero gente que vive al día, que los conciertos que tenía son los que les iban a permitir vivir estos meses… No puedes hacer un directo en esas circunstancias. Si compartes y quieres dar buena energía, tienes que sentirla.

Pensamos que todo el mundo con un disco en el mercado, o cualquier actor en una serie de éxito, está forrado. Y no es precisamente así…

Esto es muy curioso. Cuanta más visibilidad tienes parece que vives mucho mejor. Yo me he pasado muchos años combinando mi trabajo como artista con otros. Pero eso está a la sombra, por debajo de la imagen de artista que tiene la gente. Hace unos meses pude dejar esos trabajos para centrarme en la música pero al poco ha sido cuando ha empezado este confinamiento (risas). Así que ahora estoy tirando de ahorros y confiando…

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Todo el mundo está parado. He vigilado un poco la parte de revindicar como artista sintiéndome ciudadana del mundo.

Pues entonces estamos igual, tirando de ahorros como supongo mucha gente de muchos sectores.

Por eso me duele, aunque he participado, que cada uno esté defendiendo lo suyo de manera individualista. Entiendo que todos debemos reclamar mejoras para nuestros sectores pero hay que tener en cuenta que esto es exageradamente global. Todo el mundo está parado. He vigilado un poco la parte de revindicar como artista sintiéndome ciudadana del mundo.

Vamos a hablar un poquito de tu nuevo trabajo que aquí hemos venido a hacer promo (risas)…

Que también afecta. Ha salido el single pero el disco completo estamos esperando a ver como evoluciona todo. Esta incertidumbre me ha costado gestionarla (risas). Llevo más de un año trabajando en este disco con Arnau Figueres, el productor. Ha sido un proceso muy intenso y bonito que a finales de febrero dí por terminado y quería compartirlo. Que saliera en verano ya me parecía super tarde (risas). La impaciencia…

Pero, claro, tampoco interesa que salga en medio de este confinamiento. Es un momento donde las cosas, digitalmente, mueren muy rápido. La gente necesita información nueva cada día… Y prefiero esperar y poder hacer la salida, la promoción y los conciertos en otras circunstancias. Estar en pleno rendimiento.

Es el primer disco en castellano ¿Qué te llevó a decidirlo así?

Es mi cuarto trabajo pero lo estoy viviendo como un primer disco. Siempre he cantado catalán, portugués, castellano e inglés en mi proyecto musical. Me ha gustado siempre mezclar lenguas. Los tres primeros discos hacía canciones en catalán, las primeras, un poco sin pensar. Porque es la lengua que aprendí en familia y la que he usado siempre… Me salían así. En los conciertos ya combinaba con castellano, portugués…

El año pasado hice un viaje a Cuba y toqué con músicos de allí y me pedían que les cantara mis canciones. Me decían «Se nota que cantas con el alma, pero no te entendemos» (risas). Esto me llegó dentro… Y luego la irrupción de Alejandro Sanz en mi vida…

¿Cómo surgió cantar con él?

Fue muy fuerte. En instagram recibo muchos mensajes y, uno de ellos, era de una periodista, Guiomar Roglan, que me decía que iba a venir a uno de mis conciertos, que conocía a Alejandro Sanz y le había enseñado mi música y le había gustado mucho. Vino al concierto y, al terminar, le dí un disco para que se lo diera a él. Esto, para mí, ya era muy fuerte. Que un artista de su talla escuche lo que hago y que le guste… Un sueño. Y Alejandro, en el post que yo hice para anunciar ese concierto puso «que te vaya muy bien, eres una gran artista». Yo estaba flipando, imagínate.

Al cabo de un mes me llamó Guiomar y me dijo «Tengo a Alejandro aquí al lado». Y me lo puso al teléfono… Además justo acababa de grabar un programa en TVE con Amaia y con Alfred, que era de las primeras cosas que hacía a nivel nacional. En Cataluña hace muchos años que trabajo pero el salto al resto de España no lo había hecho y ellos me ayudaron mucho comentando mis canciones en OT. Y coincidió con la llegada de Alejandro a mi vida.

Esa llamada fue maravillosa. Me dijo que estaba haciendo su nuevo disco y que había una canción que quería que fuera medio castellano, medio catalán. Y eso me pareció precioso. Una necesidad que yo también sentía, unir las lenguas y usar la música para generar unión.

El catalán, por desgracia en mi opinión, no se escucha muy amenudo a nivel nacional. En televisiones, música, cultura… No llega todo lo que debería. Y en 2019, que fué muy complicado a nivel político, salieron dos temas que lo tenían como protagonista. «Este segundo», el vuestro, y unos meses después «Milionaria» de Rosalía. ¿Intencionado?

Pues no sé si fue intencionado por parte de Alejandro. No sé si lo pensó en ese sentido. Es como dar foco a lo que nos une, mas allá de diferencias y conflictos políticos. Yo siempre voy a defender la fraternidad. Fomentar el diálogo, el fín de los ataques… Se crea una energía de odio que no hace falta.

En ese sentido me sentí muy afortunada de que la voz que Alejandro escogiera fuera la mía. Tenía muchas opciones, fue un honor.

Siempre se ha caracterizado por ayudar y apadrinar a artistas emergentes. De hecho creo que es algo que nos viene a la cabeza cuando pensamos en artistas como Malú, Niña Pastori,… Y muchos otros.

Si, es muy generoso y eso dice mucho de el. Un artista tran conocido internacionalmente podría disfrutar de eso y no preocuparse de los demás. Después de trabajar juntos le compuse una canción para darle las gracias, que aún no ha salido la estoy dando forma. También me ofreció entrar en su oficina de management, MOW, y eso fue una gran noticia. Catalina, mi manager en Cataluña desde el principio me ha ayudado mucho a tocar aquí, en Baleares… Pero el salto nacional es diferente y necesario.

Es la manera de hacer llegar esa cultura catalana de que hablábamos a otras partes… Se necesita para que se aproxime al público y no se sienta como algo extraño.

Totalmente, estoy en esa misma sintonía. Alejandro me dijo que si me gustaría componer en castellano y, aunque siempre me ha nacido escribir en catalán, precisamente por eso metía algo de castellano. Para que mi música tuviera mezcla, que se sintiera mediterráneo. Que suene plural. Me encanta esa idea.

Le dije a Alejandro que iba a probarlo y, para mi sorpresa, la primera canción me salió muy rápido. Sentí que el castellano es muy directo. Me suelen decir que soy muy simpática (risas) y cuando hablo castellano me dicen que sueno más borde (risas)… Las melodías son más directas y eso me dió una inspiraciónnueva y me salián las canciones como churros.

Quitaste el tapón…

Si, supongo que el cambio de idioma me inspiró. Y además tuve la suerte de que Alejandro se implicó. Me pidió que se las fuera mandando y el me iba dando su opinión.

Fuí dándoles forma con Arnau Figueres y, según iban creciendo, ví que era un camino muy posible. Hacer un disco en castellano mayoritariamente para llegar a otro público al que, a la vez, poder acercarle otros temas en catalán y poder compartir mi lengua. Es un círculo muy bonito. empezar a compartir desde el catalán es un poco más difícil.

En este trabajo, a parte del idioma que ya es bastante ¿Qué hay nuevo?

Bueno, ha cambiado el productor. Antes era Pau Figueres, el hermano de Arnau.

Todo queda en familia.

Si, son musicalmente muy potentes. Con Pau era todo más acústico. Guitarra y palmas de base. El es un guitarrista increíble. De hecho Alejandro lo ha fichado para su banda (risas). Me lo ha quitado (risas). Estoy super feliz por el. Y no nos conectaba, lo ficharon a la vez. Pero, a lo que iba, con Pau hay mucha guitarra y es más acústico. Con Arnau todo suena más pop… Bueno, me cuesta definir con etiquetas mi música, no sé si es pop. Hay menos improvisación, está todo muy medido a la espera de desatar la música en los conciertos. Pasan muchas cosas que no ensayamos. Este disco, Aire, es un buen puerto de salida para esos directos. Son las semillas.

¿Hay alguna colaboración?

Si, con una cantante portuguesa. Maro. si no la conoces escúchala, a mi me desarma. La conocía desde hace unos meses y la había escuchado bastante en Spotify. Canta en portugués y en inglés.

¿Tienes alguna colaboración que te encantaría hacer en el futuro?

Muchas. Pero ¿sabes lo que pasa? Y eso que me sucedió lo de Alejandro…. Pero muchas las veo lejos. Y me tengo que acostumbrar a pensar que nada es imposible… Tengo las pruebas (risas). Me encantaría con Caetano Veloso, Jorge Drexler, Natalia Lafourcade, Rozalén,…

Pues espero que lo consigas, lo hablaremos seguro en un tiempo…

Claro que sí. Hablamos si sucede y celebramos (risas).

¿Te ha gustado nuestra entrevista con Judit Neddermann? No te pierdas la que publicamos con Natalia Lacunza hace muy poquito.

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