Daniel Carbonell aka Macaco es un hombre ecléctico, inquieto y, a veces, flipado como un niño – en sus propias palabras – con los proyectos que llegan y en los que se involucra con pasión.
Uno de esos proyectos es Me matarás, un tema creado como canción principal de la banda sonora de No matarás – película dirigida por David Victori y protagonizada por Mario Casas estrenada el pasado mes de octubre – en el que Macaco puede unir dos de sus pasiones: el cine y la música.
Ahora, en plena carrera para los Premios Goya – opta a ser nominada como mejor canción – Macaco nos anuncia además un nuevo proyecto cinematográfico, esta vez, como director.
¿Quieres saber todo lo que nos ha contado Macaco sobre su faceta cinematográfica y el proceso de creación de Me matarás? ¡No te pierdas esta entrevista!
¿Qué tal va todo? ¿Cómo te pillo?
Pues grabando estaba, un poco a tope
¿Qué andas grabando?
Pues trescientas mil canciones, temas nuevos, mil proyectos… Con muchas cosas entre las manos…
¿Nuevo disco pronto?
Bueno, ahora mismo no lo pienso como disco, lo pienso como canciones. Irán saliendo como singles sueltos que desembocarán en un disco. Es que eso de sacar un disco es algo ya un poco antiguo ¿No? Rápidamente se agota el disco. Sale y, después de hacer un trabajo de la hostia, brillan cuatro temas y las otras se quedan ahí, desapercibidas. No estoy en esa onda. Se ha vuelto al rollo de los 70’s de sacar singles y me encanta. Cada canción ocupa su lugar. Luego sí que mola agruparlas todas.
Lo hablo mucho con compañeros. Las nuevas generaciones en la música nos han traído las colaboraciones y el lanzamiento por singles. De cara a plataformas digitales, además, funciona mucho mejor.
Totalmente de acuerdo. Lo de las colaboraciones también es algo que hacíamos hace tiempo. Yo cuando empezaba lo hice mucho para apoyarnos entre varios artistas. Y, lo de los singles me gusta por eso. Ya no tiene la importancia que tenía antes con la experiencia del vinilo… Y me encanta comprarlos. Yo la música la escucho en Spotify o en vinilos. Lo que más me gusta de las plataformas es el tema de las listas. La música se vuelve más ecléctica y el estilo ya no importa tanto. Todo vale, ya no hay tanto prejuicio. Tu escuchas un tema folk y el siguiente puede ser urbano o rock, indie,…
Cuando sacaste Ingravitto, fuiste un pionero acercando sonidos del ska, reggae, al público más comercial ¿Cómo ves el movimiento urbano y reguetón? Ahora son los líderes en digital.
Bueno, son los líderes a medias.
¿Ah sí?
La palabra urbano es muchas cosas. Ingravitto, ese disco del que hablabas, lo és. Es una mezcla de un beat de hip hop con rumba, que ahora está volviendo y me encanta. El urban engloba el dub, el hip hop, trap, reguetón,… Yo siempre he usado ese pitch del reguetón, que viene de la música africana, de ese rollo ragamuffin de toda la vida. Lo que nos sacaba del ahí eran las letras. Lo escuchabas y decías «Uf, vaya birria de letra». Además con esa onda machista… No te veías nada. Pero ahora eso se ha girado. Para mejor, por suerte.
En el streaming caben muchas cosas, es muy curioso. Coincidir, uno de mis temas, tiene más de 200 millones en este momento, y sube cada semana un millón y medio. Son muchas personas. Y es un tema muy acústico que explotó un año y medio después de lanzarse. Cada semana hay cientos de versiones de muchos de mis temas, eso mola mucho también. Me encanta eso de lo inesperado. De hecho en las canciones que voy sacando se puede ver. Un tema con Jorge Drexler, una colaboración con un rapero como Nach, una tía de urban como Miss Bolivia, Silvia Pérez Cruz,..
Inma Cuesta, de todo un poco.
Totalmente, Inma que es una jefa. Me encantan esas mezclas. Y luego lo escuchas como conjunto y tiene sentido. Ahora peña joven, y no tan joven, tienen esa mezcla en sus listas de reproducción. Coincidir, por ejemplo, es un tema con una letra muy sabinera, es un tocho de letra que los de la discográfica me decían que no podía ser single. Y lo fue y es un hit mundial y viral. Y son los chavales. Ves los vídeos de los chavales que hacen sus versiones y son chicos de veinte años con su guitarrita. Pero ese mismo chaval después está en una party haciendo un tema de rap o urban. Sin complejos. A mí me pasa igual, lo quiero todo.