No podemos creernos que esta sea la primera vez que entrevistamos a Macarena García. Pero así se han dado las cosas y hasta ahora no habíamos podido encontrarnos con una de las actrices nacionales que más nos gustan. Desde luego el momento no podía ser mejor. Quién sabe si en un futuro próximo será con un proyecto propio, pero ahora estrena en la Bienal de Venecia El arte de volver, su último – y brillante – trabajo en la gran pantalla.
Nos encontramos con Macarena García por vía telefónica desde la presentación de El arte de volver, su nueva peli, en la Bienal de Venecia. Casi nada. Y es que, por si no lo sabías, Macarena protagoniza la primera película española seleccionada por el Biennale College Cinema de Venecia para su rodaje y estreno bajo la protección del festival. Todo un orgullo para ella y para el equipo, encabezado por Pedro Collantes, el director, que se estrena en Venecia con su primer largometraje.
De la peli, de sus pensamientos sobre producir o dirigir, del confinamiento, de su hermano y de próximos proyectos. Una primera entrevista con Macarena, esperamos la primera de muchas, que nos hace mucha ilusión poder mostrarte. ¡Allá vamos!
Entrevistamos a Macarena García
Fotografía de Rubén Vega
Qué chula la experiencia de ir a presentar una película a Venecia ¿no?
Jo, muy emocionante. Hicimos el pase y felices de estar por aquí.
Pude ver la película y la verdad es que me ha gustado mucho. ¿Es la primera peli de Pedro Collantes, verdad?
Si, es su primera película. Qué bien que te haya gustado.
¿Qué fue lo que te sedujo del proyecto?
Pues realmente el guión, es precioso y empaticé con el personaje de Noemí nada más leerlo. Me emocionó y me sedujo la idea de hacer una peli pequeñita donde lo importante son los personajes. También a nivel interpretativo era un reto. Son escenas muy largas en las que te da tiempo a sumergirte en el personaje y dejar que pasen cosas.
La peli estaba seleccionada por la Bienal desde su producción. Cuando entras en la película ya sabes que está escogida, por así decir, para presentarse en Venecia ¿Tuvo algo que ver?
Si, así es. Forma parte de un programa de la Bienal al que se presentan muchos proyectos y seleccionan cuatro para poder hacerlos realidad con un presupuesto muy ajustado y en un tiempo determinado para presentarlas en la siguiente edición del festival. A mí cuando me lo ofrecen se me presenta como tal y también eso motiva mucho. Siempre es un placer formar parte de proyectos hechos con tanto corazón y alma, que era lo que respiraba este proyecto. No hay artificios. Hay verdad y amor por el proyecto.
Siempre es un placer formar parte de proyectos hechos con tanto corazón y alma, que era lo que respiraba este proyecto.
Creo que el rodaje se paralizó por la pandemia.
Ha sido el rodaje más express que he vivido, debido al presupuesto. Once días. Justo al final se tuvo que paralizar por la pandemia y nos quedó una escena de dos días de rodaje que tuvimos que hacer tres meses después.
Ha sido una experiencia novedosa a todos los niveles. Lo pasamos mal al parar y al volver fue extraño volver a conectar con el equipo y el personaje, por todo lo que habíamos vivido. Pero al final, después de superar eso, fue hasta mejor porque el director tuvo la oportunidad de ir montando lo que ya se había rodado durante el confinamiento y tenía una idea más clara de lo que quería contar en la escena que faltaba.
¿Cómo es enfrentarse a un rodaje con medidas de seguridad? Seríais de los primeros y tampoco había pautas.
Fue muy rápido porque Pedro tenía que presentar la película ya y en cuanto se pudo salir a la calle lo hicimos. Nos hicimos todos pruebas PCR porque además era una escena de intimidad entre los actores y se hacía muy necesario. Todo el equipo estaba con mascarilla y con las medidas necesarias, así que te sentías seguro. Pero es verdad que es raro y se nos hacía extraño. Sobre todo de cara a Nacho – el actor – y a mí por abrazar o estar cerca de un ser humano que no fuera de tu familia o con el que hubieras convivido. Era una sensación que requirió probar la escena varias veces para meternos en la situación olvidando lo que habíamos vivido.
¿Cómo has vivido tu el confinamiento? A nivel personal me refiero.
Lo he vivido muy extremo. Al principio sufrí mucho, la verdad. Me generó mucha ansiedad y angustia ver lo que estaba pasando fuera. Lo pasé muy mal. A medida que pasó el tiempo y la situación se fue estabilizando empecé a volver a la paz y disfrutar de parar, estar en casa y hacer, simplemente, un marmitako. Cosas sencillas. Descubrir que solo con eso puedes estar en paz y encontrar la felicidad real. Pero ha habido altibajos.
Me generó mucha ansiedad y angustia ver lo que estaba pasando fuera. Lo pasé muy mal. A medida que pasó el tiempo y la situación se fue estabilizando empecé a volver a la paz.
No se enfrenta igual cuando te puedes permitir parar.
Desde luego, no podía dejar de pensar de lo afortunada que soy. Poder parar, vivir en una casa como la que vivo… Las condiciones de vida que tengo son buenas, no me puedo quejar. Ha sido un tiempo para reflexionar mucho.
¿Cuál es el aprendizaje que has sacado de todo esto?
Que la felicidad realmente no te la da nada externo ni material. Y que están las cosas más sencillas. Que es importante parar, estar con uno mismo, disfrutar de la esencia de la vida y alejarnos del ruido y los fuegos artificiales. Y más en una profesión como la mía, que todo es tan estimulante y emocionante. Creo que es lo que me llevo como aprendizaje.
El glamour y las aparentes vidas perfectas se dan de bruces más que nunca con la realidad…
Así se ve desde fuera pero es una profesión muy difícil. Por eso me gusta también esta película, porque es un homenaje al gremio. A los que nos va bien somos los que estamos de cara al público y podemos vivir de lo que nos gusta, pero la gran mayoría no lo consigue. Es una profesión muy muy difícil. Y eso hay que tenerlo siempre en cuenta.
¿Cómo recuerdas tú los inicios? Supongo que has vivido esa incertidumbre de no saber si ibas a poder dedicarte a esto.
Pues yo realmente he tenido mucha suerte porque empecé trabajando. Surgió a la vez querer ser actriz con estar trabajando. Me gustaba cantar y bailar… Y me presenté a un casting de musical, High School Musical, y me cogieron. A raíz de ahí descubrí que lo que más me emocionaba de todo era interpretar y como que fue surgiendo de una manera fácil. Eso no quita que haya habido momentos en mi carrera que lo haya pasado mal. Siempre hay momentos mejores y peores, etapas en las que he estado seis meses sin llegarme proyectos que me gustaran y asustada. Al final en esta profesión no es nada de tiempo y es común, pero aprender eso cuesta y pasas miedo.
¿Alguna vez te has planteado dirigir, producir…?
Son cosas que pasan por la cabeza pero lo que me gusta es actuar. Si que fantaseas con poder generar algo en lugar de estar esperando a que suene el teléfono para ofrecértelo, pero no es nada fácil. Hay que tener mucho talento. Decirlo es fácil pero hacerlo es otro tema… Aunque nunca sabes las vueltas que puede dar la vida.
Si que fantaseas con poder generar algo en lugar de estar esperando a que suene el teléfono para ofrecértelo, pero no es nada fácil. Hay que tener mucho talento.
En casa lo tienes ¿no? Quizá verlo cerca te hace tener más ganas más adelante.
Si, he visto con mi hermano el proceso y es maravilloso. Pero es que con él no podía ser de otra manera. Ha nacido para eso. Toda la vida ha escrito de maravilla y ha tenido una imaginación e inteligencia que abruma. Tiene un carácter generador.
Tiene que ser genial disfrutar del éxito tan grande de un hermano. Un orgullo ¿no?
Pues imagínate. Con más felicidad que el mío. Es lo que más felicidad me provoca. Él era actor, tuvo que buscarse la vida y al principio no lo pasó bien con la profesión. No puede ser más merecido. Es la persona de mi vida y lo vivo emocionada siempre.
¿A la llegada de Venecia qué planes tienes?
Pues realmente voy a descansar. Ahora mismo vengo de trabajar mucho durante todo el año, tanto por El arte de volver como por la serie de Paraíso para Movistar+, que ha sido un rodaje largo. Estoy leyendo guiones y quiero parar un poquito para disfrutar de la vida.
Pues no te robo más tiempo, descansa que es merecido. Hablamos de nuevo en cuanto haya oportunidad.
Muchas gracias ¡Hasta pronto!