Hablamos con el actor sobre su última película, su amistad con Antonio Banderas y acerca de cómo la imagen que muchos proyectan de él no responde del todo a cómo verdaderamente es.
Cuando te sientas ante un actor muy conocido, en ocasiones aprecias cierta tensión en el ambiente y percibes el temor a que hagas una pregunta inadecuada y la entrevista vaya cuesta abajo. Con Mario Casas, en cambio, todo es siempre relajado. Sentados en un pequeño patio interior poco antes de comenzar la sesión de fotos, la forma en la que habla me hace pensar en lo mucho que ha articulado su discurso a lo largo de los años y en cómo el que a día de hoy es uno de nuestros actores más conocidos, lejos de ser puro ego, carcasa y escudo, es una persona completamente normal (aunque si se me permite decirlo, “normal” no sería jamás el adjetivo que emplearía para hablar de su físico, pero ese ya es otro asunto) con ganas de aprender cosas nuevas y de enfrentarse a nuevos retos. Hoy quedamos con motivo de su último reto, ‘Escape’, película producida por el mismísimo Martin Scorsese en la que da vida a un personaje especialmente complicado y oscuro, un hombre cuyo deseo es que le arrebaten su libertad.
Entrevista con Mario Casas
Total Look JACK & JONES
Look beauty TOM FORD

Fotos Manu Bermúdez
Grooming Ramón Ríos
para TOM FORD
Estilismo Enol Blasco
Entrevista Marita Alonso
Gracias a DYP COMUNICACIÓN
Isabel Ayuso
Maisons du Monde (mobiliario)
¿Cómo es trabajar con Rodrigo Cortés, que deja a los actores mucha libertad a la hora de interpretar?
Es un director al que sigo desde siempre. Lo conocimos más en ‘Buried’, pero había hecho ‘El concursante’, que me parece una de sus mejores películas. Arrancar con algo así dice mucho de un director, de su marca y de su sello. Me dijo que quería contarme acerca del proyecto antes de mandarme el guión y cuando me llamó, le dije: “Quiero trabajar contigo. Me han hablado mucho de ti y he visto todos tus trabajos”. Me mandó el guión y al momento me enamoré del escrito, del personaje, de la historia y de cómo quería contarla. Le di las gracias por contar conmigo. Cuando leí el personaje, le pregunté cómo íbamos a hacer a ese personaje tan especial, tan complejo y respondió que eso ya lo veríamos en los ensayos. Ha sido un lujo.




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¿Cómo te has preparado para el personaje? Recuerdo que para ‘Instinto’, Óscar Casas tuvo una preparación muy especial y compleja para dar vida a su personaje, que era autista.
Si es una película más autoral y realista, entiendo que la construcción va más enfocada a ese lugar desde el que lo construyó Óscar. Es diferente desde dónde él lo compuso. En la novela de la que parte la película el protagonista es un hombre con Síndrome de Asperger, pero no quisimos adentrarnos ahí, sino hablar de alguien que sufre un shock, tiene algo postraumático y que ha reaccionado de una manera. Es alguien que se quiere bajar de la vida y responde cómo responde. No se explica cómo era antes ni por qué es así, sino qué es lo que quiere, que es no hacer nada, que lo controlen y no tener que tomar decisiones. A partir de ahí empezamos a construir un físico y ese mundo tan especial que tiene. Lo probamos en los ensayos. Probamos que hablara siempre tan lento, que fuera a destiempo cuando contesta… Cuando le pregunté a Rodrigo qué personajes y películas tenía en la cabeza, me habló de Buster Keaton. Empecé a ver sus películas y si te fijas, en ‘Escape’ el protagonista tiene muchos momentos que recuerdan a los actores de esa época, a cómo se comunicaban cuando las películas eran mudas. Trabajamos entonces el físico desde ese lugar. Queremos que sea el espectador el que se pregunte si tiene Asperger, si es autismo, si se lo hace… El espectador debe plantearse quién es realmente cuando acaba la película.
¿Cómo han sido esas escenas de 17 minutos sin cortes? Porque supongo que comienzas en un lugar y terminas en otro completamente diferente.
Para mí ha sido un regalo. Tener tomas de hasta 20 minutos hace que comiences haciendo la escena que Rodrigo te plantea, por lo que dices las líneas escritas y haces varias tomas sin parar. Llega un momento en el que Rodrigo ya te dice que juegues y pruebes y en las últimas escenas, haces lo que te da la gana. Lo que produce no cortar, ya no sólo en los actores sino en el equipo, es que no se desconcentre a nadie. Como actor te olvidas del personaje, o más bien, de ti. Había secuencias heavies y cuando decían “corten”, cerraba los ojos. Rodrigo se acercaba a mí y le decía: “Estoy volando”. Entras en trance. Es un personaje que no para, que tiene una energía oscura y pesada y conseguía de verdad trascender y convertirme. Hay muchas escenas de la película que son la toma de “haz lo que te dé la gana”. Así sale magia, sale chispa.