El tándem de complicidad conformado por Mario y Óscar Casas trasciende los lazos familiares y, este 25 de agosto, también las pantallas de las salas españolas con “Mi soledad tiene alas”, la ópera prima de Mario Casas como director que coguioniza con Deborah François y en la que su hermano Óscar Casas se convierte en protagonista junto a Candela González y Farid Bechara.
El mayor del clan Casas, que atesora un Goya y la maestría actoral de haber recorrido registros diferentes frente a los focos, ahora se pasa al otro lado. Tres los conceptos que más resuenan en nuestra conversación con los hermanos Casas sobre la que califican como “una película de raza”. Uno es “confianza”, la que se profesan para haber construido esta historia naturalista en un barrio humilde de Barcelona. La segunda es vulnerabilidad; la del director a la hora de abrirse y mostrar una historia cargada de sensibilidad y la de su protagonista al verter sus emociones en el personaje. La tercera es el concepto de “la búsqueda de la verdad”, que para los hermanos Casas es la que huye de la espectacularidad y se atreve a mostrar al ser humano y sus procesos mentales tal y como son. “Es una película naturalista, costumbrista y que parte de una realidad aplastante. Le pedí a Óscar que se rapase y que adelgazase bastante, y le dije que lo demás sería confiar en el proceso y rebuscar entre sus emociones, y así lo hizo.”
Total look Mario
FENDI
Total look Óscar
HUGO BOSS
Look beauty GIVENCHY
Fotos Manu Bermúdez
MUAH Nerina Frean para GIVENCHY
Estilismo Enol Blasco
Asistente foto Iván Molina
Asistente MUAH Altea Recio
Entrevista María Muñoz
Localización Hotel Montera Madrid
Gracias a DYP COMUNICACIÓN
Isabel Ayuso
A LEIGHTHOUSE MANAGEMENT
Entrevistamos a Mario y Óscar Casas, director y protagonista de «Mi soledad tiene alas». ¡No te lo pierdas!
¿Por qué mi soledad tiene alas? Y , sobre todo, ¿en qué momento decidiste que querías dar el salto hacia escribir y dirigir una historia?
En cuarentena el mundo se detuvo, estábamos todos encerrados en casa y tenía la necesidad de hacer algo con ese tiempo dentro de la mala situación que vivíamos. Ya había escrito cosas anteriormente, pero no me había atrevido a sacarlas a la luz por miedo o inseguridad, por enseñarlas y que te de corte o te pregunten qué has escrito. Me puse a escribir las primeras palabras con Deborah francois, coguionista de la peli. Tenía muy claro que el protagonista tenía que ser un chaval de la edad de Óscar y también su grupo de tres amigos, y que la historia debía suceder en la periferia de Barcelona, en sus barrios humildes que conozco bien y en los que he vivido y donde también conozco muchas historias. Quería hablar sobre la amistad, el amor y las relaciones familiares de los jóvenes, como la del personaje de Óscar, que es desestructurada, con un padre en la cárcel y sin madre. Ahí se da una soledad que es de la que hablo, es el punto de partida, la historia de un chaval que se tiene que hacer a sí mismo. Esa es la soledad de la que hablo, la de un personaje que tendrá que sacar sus alas para cuestionarse cosas y preguntarse quién es él realmente.
En los primeros fotogramas del teaser vemos una moto a toda velocidad, nos recuerda a ese cine de los dos mil con producciones como “Siete vírgenes” o “El bola”, de un aire crudo…
Mario: De “El bola” tengo un recuerdo increíble. También de películas de cine francés que me han marcado, como “El odio”, porque son películas que tienen muchísima verdad, en sus escenas no hay espectacularidad, sino realismo. Me explico, ¿qué pasa si tres chavales cogen una moto de mierda y se van a robar? No es un “Fast and furious”, y es una situación que es más bien fea. En esta película hemos huido de esa espectacularidad porque lo que buscamos es la verdad.