Su nivel de autoexigencia no le permite estar de acuerdo con lo que España piensa de él: que es el Hombre de Vitruvio. Hablamos con el actor para saberlo todo de su nueva aventura, a punto de llegar a su ansiada final: ser el director de carrera de Pekín Express, objetivo Angkor.
Cuando llevas un indecente número de años en esta profesión, sabes bien qué celebridades son las más queridas en una industria que no es conocida precisamente por regalar sonrisas. Miguel Ángel Muñoz es uno de ellos. Tras años coincidiendo con él en eventos y presentaciones, tenía la impresión de que su fama de “tío majísimo” era cierta, pero una nunca sabe dónde están los giros de guion. En el caso del actor, desde el primer momento de comenzar nuestra charla tuve claro que es posible llevar desde los 10 años ante las cámaras y seguir siendo una de esas figuras conocidas que han sabido mantener los pies en el suelo, la cabeza en el cielo y el corazón lleno de bondad y de ganas de bombear.
Entrevista con Miguel Ángel Muñoz, el maestro de ceremonias de Pekín Express, objetivo Angkor (y de cualquier cosa que se proponga)
Abrigo COS ATELIER
Traje DSQUARED2
Camiseta AMERICAN VINTAGE
Fotos y realización Manu Bermúdez
Grooming Nerina Freán
Asistente estilismo Natalia Muñoz
Entrevista Marita Alonso
PR Sofía Pedroche
¿Cómo es estar al frente de un programa tan icónico como Pekín Express?
En mi caso ha sido realmente divertido porque en mi vida habitual siempre me ha divertido jugar a juegos de mesa, a juegos de rol, organizar partidas y hacer de maestro de ceremonias. Por eso, la parte de enfrentarme al nuevo reto de ser maestro de ceremonias de un juego, aunque a una escala tan grande, con 14 participantes y 200 personas de producción, la tenía fácil. Mi vida es un poco Pekín Express, porque siempre intento abarcar muchas más cosas de las que mi agenda puede contener, y eso que en ella caben muchísimas. Desde que despierto, optimizo el tiempo en la cama para descansar lo máximo posible. Nunca me quito la ducha, aunque lo del desayuno, es más complicado… No recomiendo un estilo de vida como el mío, pero a mí me atrae esa adrenalina y ese sufrimiento que conlleva. Me divierte llegar siempre corriendo a todos lados, aunque luego no se note el carrerón previo que me he pegado. Me atraen esos nervios que siento antes.
La diferencia es enorme. Creo que si hubieran querido a un presentador, habrían recurrido a figuras como aquellas por las que han apostado en las ediciones pasadas o por alguien cuya vocación o trabajo principal fuera el de presentar. Sin embargo, querían a una persona que se mimetizara con la aventura y estoy contento de que pensaran en mí, porque no he tenido que prepararme de forma especial. Lo que sí hice fue llegar a un acuerdo con Max, Warner y con el equipo de guión para acercar el rol a mí, a mis facultades y sobre todo, a la actitud que tengo ante los retos y la vida. Me encanta viajar y amo los juegos; estoy acostumbrado a desarrollar este rol en casa o a enfrentarme a yincanas grandes, por lo que se ha tratado de traspasarlo a la pantalla teniendo la autoridad de un director de carreras, pero empatizando con los participantes. Ahí estoy yo, disfrutando de la aventura como ellos, haciendo todas las pruebas tanto ante las cámaras como fuera de ellas. Entre medias, iba contando las lindezas de cada país en el que estábamos, porque como comentaba, yo amo viajar.
Eres un poco nuestro Hombre de Vitruvio: lo haces todo. Dime que haces algo bochornosamente mal, por favor.
Me hace gracia, porque se dice eso mucho y yo tengo una percepción completamente diferente. Me gusta aprender cosas nuevas y me divierte plantearme retos y experiencias cada año. Soy consciente de que no hago casi nada bien, pero dentro de mi nivel exigencia, sí estoy orgulloso de la pasión que le pongo al trabajo y de las ganas de aprender algo desde cero. Cada año aprendo algo nuevo. Estoy operado de ambos hombros y hay deportes que no practico, y me he propuesto aprender a jugar al golf. Ahora, comparado con quienes saben, soy un paquete, pero quizás en un año estaré en algún torneo. Sin embargo, he tenido que dar clases desde cero con mucho amor y paciencia a la hora de aprender. Supongo que cuando te gusta aprender, quizás sea más fácil hacer las cosas bien, y ese es mi caso. Llevo unos cuatro meses jugando al golf y no tengo perspectivas de salir al campo hasta la primavera o el verano del año que viene.
Gafas DAVID BECKHAM EYEWEAR
BLAZER DSQUARED2
CAMISETA AMERICAN VINTAGE
Es un formato que te pega muchísimo. ¿Te verías también como concursante?
Sin duda podría estar en el otro lado, pero he tenido la suerte de que han querido que conduzca el programa; cambiaría mi rol por nada del mundo. Podría disfrutar la experiencia tantas veces como Max, Warner y el público lo deseen. Ojalá cada año podamos tener este planazo de visitar diferentes países en los que nunca he estado.
¿Cuáles serían tus fuertes como concursante?
Ahora tengo más información que antes y sé que para ir a Pekín Express no hace falta tanta forma física ni ser deportista, porque son más importantes las habilidades personales. Sin lugar a dudas, el fuerte de las parejas es el binomio que generan. Si se llevan bien, se entienden y las carencias de uno las suple el otro, nos encontramos quizá con el arma más poderosa. Dentro de las habilidades personales, cuanto más humilde seas y mayor facilidad tengas para pedir, te va ir mejor que si hablas muchísimos idiomas y si corres mucho.
Has comido cositas bastante espeluznantes en el programa…
He comido pene de búfalo, rata, cucarachas acuáticas, he tenido tarántulas en el brazo… Estando ahí, no quería perderme la experiencia y creo que el hecho de que yo pase por esas calamidades ha hecho que el espectador empatice y que los concursantes se puedan quejar menos, pues no piensan que yo estoy ahí bien vestido y peinado únicamente: yo no no vengo sólo a cumplir con el rol, sino que me mojo. Lo más desagradable fueron las larvas de abeja, que explotan en la boca como si fueran perlas de aceite de oliva virgen, pero con viscosidad.