Solo con darse un paseo por Riazor o ver la torre de Hércules ya merece la pena la visita.
Yo salí a correr por el paseo marítimo y es que además en dos minutos estás en el monte. No sé. Me parece que hay algo en estas ciudades, algo en el estilo de vida, que nos lo perdemos los que vivimos en otras partes.
Nos hemos escapado a Galicia, pero a ti estos días los estrenos te llevan a otros sitios, porque acaba de salir ‘Veneciafrenia’, la última de Álex de la Iglesia, que os ha llevado a Italia y tienes pendiente de estreno ‘García’, una serie para HBO. ¿Podemos decir que estás en una buena etapa?
Estoy muy contento, con mucha energía y con muchas ganas de lo que está por llegar. Es una frase quizás un poco manida, pero lo creo de verdad. Y no por una cuestión de magia, sino de trabajo, de ganas de seguir mejorando y de aprovechar cada proyecto para evolucionar como actor. Para aprender de cada trabajo, pero también de cada parón de trabajo. Es como realmente puedes hacer balance y evolucionar. Puede ser entrenando, siguiendo, formándote como actor o viajando, porque para mí viajar es un alimento absoluto para el instrumento interpretativo. Me parece que es importantísimo. Muchas veces nos preocupamos por los parones que hay entre un trabajo y otro, por la inestabilidad, pero creo que la madurez de un actor está en como gestiona esos tiempos de espera.
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Pero el miedo que da la inestabilidad también puede condicionar a la hora de elegir y siempre hay quién no tiene opción de decidir.
La falta de oportunidades hace que un actor o actriz casi nunca tenga la oportunidad de elegir y celebrar cada ocasión de poder currar. Yo he tenido la fortuna de, en ciertos momentos, poder elegir. Sobre todo, de poder decir no a ciertos proyectos para que lleguen otros que considero más interesantes. Eso probablemente me lleve a que mi carrera sea menos estable y gane menos dinero del que podría, pero me acerca, o eso espero, a hacer la carrera que quiero hacer, a participar en los proyectos en los que creo que voy a disfrutar más y que, al ser retos, me van a dar la oportunidad de seguir dando pasos para desarrollarme como actor. Para aceptar un papel lo ideal para mí es que me suponga un reto, que haya riesgo, sin riesgo no hay arte ni diversión.
