Has rodado con Amenábar su primera serie para televisión, te conocemos por formar parte de producciones tan reconocidas como ‘Las Chicas del Cable’ o ‘Antidisturbios’. Tu currículo es potente, pero no todo el mundo sabe que, antes de ser actor, tenías otra profesión, porque primero fuiste enfermero.
Sí, era enfermero y es una profesión que respeto y sobre todo que admiro mucho, muchísimo. Quizá es como cuando vives en una ciudad, que parece que tienes que irte para para valorarla. Con la enfermería me pasa un poco eso, casi la admiro más ahora que no ejerzo. Pero supongo que esto del cine viene desde pequeñito. Era bastante introvertido y mi manera de relacionarme con el mundo siempre ha sido desde un lugar artístico. La primera cosa que a mí me interesó en la vida fue la pintura. Mi madre siempre dice que aprendí a pintar antes que a andar. Y el cine me ayudó mucho, era un refugio. Cuando era muy chiquitito me alquilaba 400 películas y me encerraba a verlas. De hecho, mi familia, que siempre ha sido muy generosa y muy abierta, fue la primera que se sorprendió de que yo no estudiase Bellas Artes.
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Te metiste en ciencias y abandonaste, al menos de manera temporal, el camino artístico.
Ahora hay un montón de profesiones maravillosas que yo no sabía ni que existían. Siempre he pensado no podría ser feliz si no fuera actor, pero ¡es mentira!, ahora creo que podríamos ser felices haciendo un montón de cosas. Pero bueno, te dicen que tienes que ir a la universidad… Además, mi madre es médico y cuando era adolescente, por desgracia, viví de cerca una serie de situaciones de familiares cercanos y todo ese cóctel hizo que acabase estudiando enfermería.
