Tras meses de entrenamiento en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, has logrado hacer auténticas peripecias. Aunque eres muy deportista, supongo que esto ha supuesto un reto inmenso.

Ha sido sorprendentemente mucho más agradecido de lo que pensaba. La verdad es que me daba algo de terror. Pensaba: “¿Pero qué hago yo entrenando para dar volteretas y hacer la croqueta por el suelo con los mejores?”. Sin embargo mi entrenador, Adri, y yo, nos pusimos unas metas y a la mitad del mes ya las alcanzamos, por lo que nos pusimos otras nuevas. Lo cierto es que conseguimos hacer cosas heavies y me sorprendí a mí mismo. Podría decir que a nivel ensayos, esos momentos eran para mí los más disfrutables. Comía en el coche y después, esa hora y media en el CAR era la parte que más disfrutaba.


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Con lo que te gusta comer, ¿cómo fue el proceso de perder peso rápidamente?

Al principio estaba feliz, porque tenía que coger peso, así que estuve gozándolo. Pero luego llegó la parte realmente dura. Al comienzo pensé que sería más complicado, pero las semanas prevías sabía lo que estaba por llegar. Me creé tal monstruo en la cabeza que cuando llegó el momento, como ya llevaba una semana pensando en ello, pensé que no estaba siendo tan heavy. Sin embargo, al mes y medio, cuando quedaban tres semanas para terminar, esas semanas sí que fueron horrorosas. Tenía pesadillas y a la hora de comer, como no podía comer, dormía. Mi cuerpo estaba físicamente agotado. Pero como entonces llegaba la parte de la historia de Gervi que tiene lugar en el centro de desintoxicación, me vino bien para el personaje. Dejé que siguiera siendo así.


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No quiero que parezca la clásica pregunta que se les hacía antes a las modelos de Victoria ‘s Secret tras el desfile pero, ¿qué comiste cuando por fin terminaste el rodaje?

Un sandwich mixto de la cafetería de enfrente del apartamento donde me alojaba. Cada mañana tomaba ahí un café y ese sándwich mixto me volvía loco. Soñaba con él. Terminamos el rodaje por la noche y lo primero que hice por la mañana fue pedirme dos sándwiches y un cruasán para gozarlo. No comí por la noche, porque llevaba dos meses sin comer y no quería estropear el momento por unas horas. Quería dormir y cumplir ese sueño de disfrutar de ese sándwich que me enloquecía.

Gervasio dice que por bajo que caigas, siempre hay una salida. ¿Cuál dirías que es el mensaje de la serie?

No me gusta dar mensajes porque quiero que la gente saque por sí misma sus propios mensajes cuando ve un proyecto; me gusta que cada uno se lleve su percepción a través de sus vivencias. Yo, como Óscar, el mensaje que me llevo es lo importante que es tener a los tuyos cerca. No todo el mundo tiene la suerte de tener una familia, pero siempre hay alguien que la vida coloca a tu lado. Ahí está la salvación: sólo se sale con la ayuda de alguien que te quiere. Por eso, la enseñanza que me llevo es la de cuidar al máximo a esas personas, porque son tu salvación.

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