¿No da apuro abrirse tanto?
Sí, pero más de lo que me he abierto en la segunda temporada, es complicado… Todo lo demás es suave. Al principio sí piensas en el qué dirán, pero después de diez años ya en esto, y estando con María, al final aprendes a qué cosas darles importancia y a cuáles no. Es imposible agradar a todo el mundo. Da igual lo que hagas: el que habla desde el odio, te va a odiar. Vivimos en una sociedad en la que a todos nos gusta comentar y opinar, pero sinceramente, mientras no toquen a mis hijos y a mi mujer, todo bien. Que digan lo que quieran. Sé lo que soy, lo que tengo y por qué lo tengo.
Total look FENDI
Se compara a las Pombo con las Kardashian. ¿Tú ves similitudes?
Sé que se hace la comparativa y hacemos la gracia de “Las Pombashian”, pero creo que no tiene nada que ver. Yo no las sigo, pero mi mujer sí y sé que lo han hecho genial, aunque creo que el concepto es diferente.
Sois una de las parejas más potentes de las redes sociales, ¿sientes que a veces tenéis que explicar cada pelea, cada celebración y cada bache como si le debierais algo a la gente?
Es parte de este mundo y al final, por suerte o por desgracia, al estar expuesto, la gente quiere saber más de ti. Gran parte del éxito que hemos tenido y sobre todo, mi mujer, radica en que ella siempre ha contado las cosas desde su verdad y desde sus principios. La gente tiene idealizada muchas veces las relaciones y lógicamente no enseñas cuando discutes, o le echas la bronca a tu hijo, aunque la gente querría verlo. Me gusta enseñar las cosas positivas para que la gente se motive y le sume. Está tan idolatrada nuestra relación, como ocurre con tantas, que les sorprendería que haya un bache, y baches los hay en las mejores casas. De hecho, fortalecen y ayudan.
Se habla mucho de que os vais a casar de nuevo. ¿Es cierto?
Ahora se ha puesto de moda volver a hacerlo a los cinco años. Yo creo que hoy en día, con lo loco que está el mundo, llevar diez años casado con una persona y en mi caso, estar casi 20 años con alguien, parece un milagro. Creo que hoy en día se ha perdido un poco el “respeto” al término matrimonio. Para nosotros la familia es nuestra prioridad, y nos encantaría celebrar que llevamos diez años casados, pero no nos vamos a casar de nuevo, sino que haremos una fiesta por todo lo alto. El día de mi boda fue uno de los días más felices de mi vida.