Debe de ser guay tener en un mismo plano y en un mismo set a los grandes y a los futuros grandes, al mismo tiempo, ¿verdad?
Yo me siento muy orgulloso del casting porque es un casting súperaudaz en el que se mezcla todo y esa mezcla también es “Rainbow”. Toda la película, si te fijas, es… es… y ahora me pongo sesudo (risas) es una reflexión sobre lo viejo y lo nuevo. Todo el tiempo. Es lo viejo, el estatus, el lujo, simbolizado por la marca Doble W, el abusador, el heteropatriarcado, lo pijo, el stablishment…
De hecho, la publicidad que se ve, con Esther Expósito y Rosy de Palma, es… verde, pero verde repugnante…
Porque está endemoniada, porque es venenosa… Porque son brujas también… Y, en contraposición, está lo joven, lo que es Dora, que es lo subversivo, lo adolescente, lo rebelde, lo que está fuera de lo establecido…
Y que es lo auténtico….
Claro. Y natural. Y lo revolucionario. Y no hablo ya del plano político o social siquiera, voy más allá. Hablo de lo humano. Cuando uno es adolescente está en contra de todo. No necesita ni tener alternativas, simplemente se es punky porque hay que cargárselo todo, ¿no? Y ése el momento de la juventud. La película va un poco de eso.
No sé Paco entonces si… no sé si me meto en camisa de once varas, pero ¿tienes un sentimiento de juventud perdida o de juventud recobrada…?
(risas) Hombre, claro, hombre, claro… Me has pillado. Yo estoy ahí con mi crisis de los 50 ¿sabes? (risas) Viviendo de todo, ahí, en medio. De hecho, me siento, de alguna manera, como una bisagra generacional entre la Maura y Dora.
Yo soy de tu generación y me doy cuenta de ya, aún no siendo un teenager, vivo como un teenager.
Nosotros somos jovencísimos y vivimos como jóvenes y ¡Damos el pego! Pero… que se le ven las orejitas al lobo, ¿sabes? Ya le hemos dado la vuelta al jamón…(risas) Ahora viene otra cosa.
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Supongo que es eso… Y la sensación es rara. Uno no se siente suficientemente joven para unas cosas, pero demasiado mayor para otras. ¿Tú también?
Ay… Yo estoy en esas (risas). El otro día, me decía Manolo Caro: “Ay Paco, me siento taaaan mayor”. Y le digo: “Manolo, me parece que eso es mejor que lo mío. Lo mío es peor: ¡yo me siento joven! Y no lo soy… Y no sé… ¿estoy ya pasado de vuelta?
¿Te pasa a ti que te sigues vistiendo como si tuvieras 15 años?
(risas) Nosotros, cuando seamos viejos, no vamos a vestir como los viejos de cuando éramos chicos, que eran señores de pueblo, que venían a Madrid con camisa de franela… Los viejos de ahora… Hay muchos tipos de viejos…. Yo no sé de qué tipo voy a ser. Todavía no lo sé.
Es cierto que yo veo fotos de mi padre con la edad que tengo yo ahora y yo veo a un señor. Y yo… Yo no soy un señor.
Pues fíjate, te voy a decir, cuando hemos trabajado la figuración de “Rainbow”, hemos encontrado a gente mayor muy increíble. Un Montes de Oca, un Spanish King… Gente mayor con un rollo que tú no sabes… Y, para mí, esos son los referentes. Yo quiero ser un señor con 90 años, moreno moreno moreno, arrugado como un pasa, con mucho oro encima, mucho oro eh? y pelazo (risas). Y la cara como una catufa con el Albal tol santo día ¿Sabes?
La fragancia de los hombres con carácter y más fascinantes es EGOISTE de CHANEL PARIS. Un eau de toilette con una composición amaderada-especiada-ambarina única que redondea tu look y te acerca al Olimpo de los hombres con más estilo.
¿Y entonces serás director o actor? Porque la responsabilidad de ser director no es la misma que la de tener un papel y ya, no?
A ver, claro, me parece que es mucho más duro dirigir. Te implica muchísimo más tiempo para empezar porque, con esto, llevo yo ya ¡dos años! Y cuando eres productor y guionista y estás en todos los procesos y trabajas la campaña de marketing… Te tiras ¿Tres años? Es como tu hijo y eso te implica mucho más. Ahora, cuando la burra es tuya, lo vives de otra manera. Como actor, también disfruto mucho. A mí, me gusta mezclar. Cuando estoy muy cansado de una película, digo: “voy a hacer de actor”. “¿Dónde me pongo?” Y yo suelto mi cosa. “¿Quieres otra toma?” Toma, otra toma. Y repito el texto.
Una cosa te sirve para desengrasar para hacer la otra… Mi problema es el aburrimiento. Yo me aburro mucho de mí mismo… Eso es lo que me obliga a cambiar. Yo tengo que cambiar porque si no, chico, yo me mustio.
Y de repente llega Netflix, estreno en cines y en plataforma… Eso lo hacen con muy pocos…
Con Sorrentino, con Cuarón… Qué emoción, ¿no? Me dan cosquillitas.
¿De miedo? ¿De Vértigo?
Miedo… Mira, hay mucho miedo pa’ tan poco peligro. ¿Qué puede pasar? Y lo que pase… Ni tal mal.
