Polo Morin es conocido en México desde hace mucho, pero en los últimos tiempos ha encadenado dos éxitos que le han colocado en el mapa mundial. El primero fue ‘¿Quién Mató a Sara?’, y ahora el actor ha regresado a Netflix con otra serie que ha puesto las listas de series más vistas al rojo vivo solo con el título: ‘Donde hubo fuego’. En tan solo unos días se coló en el top ten de la plataforma en varios países. Todos han sucumbido a los encantos (y desencantos) del grupo de bomberos que la protagonizan.
Entre ellos está Julián, el personaje de Polo Morin, un hombre parco en palabras pero con mucho que contar. Casi tanto como el propio Polo, que nos atiende desde México y habla sin artificios de todo lo que le apasiona, le preocupa y le ocupa en la vida.
TOTAL LOOK SALVATORE FERRAGAMO
Fotografía Bryan Flores
Estilismo Venus Fabbricatore
Makeup Gio Lozano
Peluquería Manuel Oliva
Producción & Dirección Claudia Valdez
Entrevista Miriam Rubio
Agencia PR GET
Entrevista con Polo Morín
Mientras hablamos, ‘Donde hubo fuego’ está entre las series más vistas de Netflix en medio planeta. ¿Esperaban este boom?
Honestamente, nada en lo absoluto. Le echamos muchísimas ganas, estuvimos trabajando desde muchos meses antes de empezar a rodar y las grabaciones fueron duras. Había esperanzas, pero no sabíamos cómo podía reaccionar la gente. Y a mí personalmente me tiene muy sorprendido sobre todo el éxito internacional, porque en México a lo mejor estamos más acostumbrados al drama… pero es que llegamos a estar en el número tres en Estados Unidos, ha ido bien en Arabia, en Croacia, en Chipre… Estamos, como dicen ustedes, que flipamos.
Bueno, parece que el rodaje ha sido tan realista que el público hasta os confundió con bomberos de verdad durante las grabaciones.
Sí, y yo me puse a llorar porque fue bien bonito. Al mismo tiempo nos dio una sensación de responsabilidad, de decir: “Esto lo tenemos que representar con la dignidad y el honor que se merecen estas personas”, porque todos en el fondo sabemos que los bomberos son héroes. Yo tuve el privilegio de estar en sus zapatos y son personas que arriesgan su vida hasta 30 veces al día a veces por sueldos ridículos. Porque, en México por lo menos, todos los bomberos, incluso los comandantes, tienen un trabajo alterno porque no les alcanza para vivir con eso. Son personas que están arriesgando su vida simplemente por generosidad. ¿qué puede ser más admirable que eso? A mí lo que me encanta es que creo que es de las pocas profesiones que siguen siendo respetadas y que no han sido corrompidas. Y cuando rodamos, la gente no sabía que era una grabación, así que me tocó a mí ver sus miradas y como te van aplaudiendo y gritan gracias. Se me ponía la piel de gallina.
¿Habéis recibido comentarios sobre la serie por parte de bomberos?
Sí. Varios bomberos me dijeron que agradecen mucho como se representa esta parte que a veces no se ve, que es cuando tienen mucha carga psicológica. Y fue muy bonito. Hay veces que no puedes ser tu mejor versión y para esta profesión necesitas serlo. Por eso estaría bien que la gente entienda que también son humanos y que pueden cometer errores, que también puede haber veces en las que no quieran ir a trabajar, y no es lo mismo decir hoy no quiero ir a entrevistar a alguien o a representar una escena, que no quiero ir a subir 30 pisos corriendo con un traje de 25 kilos a salvar una persona que quizá no va a dar ni las gracias. Tienen un trabajo bien complicado y poco valorado. La parte de que son unos héroes está representada y lo agradecen, pero a mí lo que más me han agradecido es que se represente la parte humana. Porque ese bombero también es papá, hermano, novio, hijo… y también tiene heridas emocionales, y está arriesgando su vida y haciéndolo lo mejor que puede.
Dices que el rodaje ha sido duro. Interpretar a un bombero tiene que exigir una preparación física bastante fuerte, y más en tu caso, que venías de ‘Quién mató a Sara’ donde el aspecto era bastante diferente.
Sí, de hecho, me jugaron en contra los tiempos. Cómo sabía que iban a salir muy parejos iba a haber comparaciones y quería que hubiera mucha transformación de los personajes. Y lo básico con este personaje es lo físico pero también fui a lo psicológico y que se tratara de actitud totalmente diferente, una voz diferente… Es verdad que conseguir un cuerpo tan marcado y fit es difícil. Fue un trabajo de más de un año, de estar a dieta súper estricta, ejercicio mínimo dos horas al día. Pero por la naturaleza de las grabaciones de ‘Donde hubo fuego’, el rodaje se fue extendiendo hasta que se juntaron las dos series. De hecho, ahí me tuvieron que echar una mano, porque hubo días que en la mañana grababa una y en la tarde la otra.
El entrenamiento sirvió y además se ve sin trampa ni cartón desde la primera aparición en pantalla, porque sales desnudo. ¿Imponen grabar ese tipo de escenas?
Fíjate, incluso te diría que la pasé bien por ser con un equipo tan humano. Pero la verdad es que me tenían bien apanicado porque yo no quería, sin embargo lo que me cobijó fue el equipo. En realidad, la desnudez es algo con lo que yo no tengo problema en absoluto. Estoy muy en paz con eso, pero no quería que ese fuera el foco. Y si se justifica o va con la historia puede ser un gancho, pero esa persona que entró porque quería ver eso se va a quedar con un mensaje y una historia, que es lo que yo te cuento y lo que me gusta. Y Netflix nunca me ha limitado en lo que yo pueda decir o no en una entrevista. Nada. Eso me encanta, porque justo hoy me han preguntado qué consejo le daría a quienes quieren tener el cuerpo como el mío. Y el mejor consejo que puedo darles es que no lo quieran, porque ¡es horrible! (risas) y tengo la oportunidad de decir eso. Yo lo tengo, o lo tuve, porque ya no estoy así, porque para mí es una herramienta de trabajo. Cuando terminé las grabaciones lo primero que hice fue comer una pizza, un pastel de chocolate y no me quise parar en el gimnasio durante un mes entero porque estaba harto. Y creo que eso no es sano mentalmente. Físicamente a lo mejor sí, pero mentalmente no es sano estar obsesionado, porque la única manera de tener un cuerpo así era estar obsesionado con eso. A mí me gusta mantenerme sano. Mantener un cuerpo fit, pero sin llevarlo al extremo. Ahora estoy en un punto en el cual estoy feliz, estoy cómodo, si se me antoja algo me lo como y no me siento mal, y hago ejercicio porque quiero sentirme bien.