Sois dos actores que os movéis genial tanto en comedia como en papeles dramáticos pero últimamente te vemos más en papeles como los que pudiste hacer en tus inicios, como en Primos, por ejemplo. ¿Este surfear entre comedia y drama cómo sucede? ¿Lo elijes tú o surge espontáneamente?
En general te ofrecen más comedia porque hay más comedia que hacer. Creo que por una percepción equivocada de lo que quiere el público se piensa que en la ligereza está el éxito de la producción, y no es un tema exclusivo de nuestra industria. La gente quiere ver cosas buenas que le entretengan y el entretenimiento no tiene tono. Puede ser comedia y algo más profundo que le haga viajar. He hecho más comedia porque hay menos de las otras. A mí me gusta hacer de las otras también. Creo que Carmen (Machi) y yo coincidimos en el interés por tomarnos la comedia en serio. Así nos enfrentamos a esta peli. Es alguien que está sintiendo y la forma en la que llega ese sentimiento al público le hace reír. Ninguno de los dos somos de hacer el chistecito por hacerlo.
Tienes razón en eso de que parece que en la ficción hay temas de moda y, de repente, hay muchas pelis y series en torno a un mismo tema.
Exacto. Todo es de narcos, o todo es comedia, o comedia regional incluso… O sitios en los que llueve mucho (risas).
¿El tercer paso para una rutina de cuidado facial perfecta? Dale a tu mirada un chute de hidratación con Creamy Eye Treatment with Avocado de KIEHL’S. Una fórmula enriquecida con aceite de aguacate, betacaroteno y manteca de karité que hace milagros.
Supongo que quienes deciden tendrán sus motivos y la audiencia debe respaldar. Tu ya llevas muchos años en esta industria ¿Cómo te manejas en ella? ¿Se pierde inocencia a medida que pasan los años?
Yo me manejo conmigo mismo, a la industria no la manejo. No quiero estar pendiente de porqué los demás hacen lo que hacen. Se trata de un equilibrio entre estar contento y satisfecho con la decisiones que tomo, hacer aquello que me hace sentir realizado y, al mismo tiempo, tener una idea más o menos clara de hacia dónde quiero ir para que, esas decisiones me vayan llevando a ese lugar. Pero, como digo, manteniendo la cabeza fría, siendo cauto con las expectativas… El otro día en una entrevista me mencionaban eso de la “pertenencia a la familia del cine”. Yo no siento que pertenezca a nada, no he tenido nunca esa sensación. En la intimidad de tu casa no te planteas si eres el actor de moda, solo tienes dudas de si te volverán a llamar o de porqué no te han dado un determinado papel… Esa cábalas no te las quitas nunca. Hay que aprender a gestionarlo. En mi caso no tengo ninguna seguridad que me permita acomodarme y casi te diría que lo agradezco, porque eso me mantiene alerta y pendiente. Este trabajo es muy demandante y estamos muy expuestos. Yo soy un tío sociable pero muy reservado. La exposición y el precio que pago por dedicarme a esto es alto y le exijo a cambio que me satisfaga mucho.
Bueno, creo que no te va mal. Satisfecho debes estar.
Como te digo desde la intimidad de tu casa las cosas se ven muy distintas.
Desde fuera, como espectador, sí que se te ve muy celoso de tu intimidad, reservado, discreto… Pero luego, de repente, apareces luciendo un torso musculado y desnudo en la portada de una revista al cumplir tus 40 años. Tienes todas esas aristas que pueden llegar a descolocar un poco ¿Eres consciente de eso?
Ya tío… (risas) Tuve reservas y dudas. De alguna manera era un homenaje a un yo al que en un momento le apetecía mucho hacer eso. Con eso no digo que no me apeteciera ahora y cuando lo hice. Por tiempos, por edad, por timmings… Era el momento y no lo había hecho hasta entonces aunque me lo habían ofrecido muchas veces.