Si te hubieran ofrecido hacer una película como Amor de madre en Francia ¿La hubieras hecho? ¿O allí quieres enfocar tu carrera en otro registro?
Bien pensado. Pues no lo sé. De momento estoy muy contento con el tipo de cine que he hecho allí porque es lo que me gusta hacer y lo que me llega. Resulta difícil de entender porqué aquí no y creo que es por el famoso tema del encasillamiento. Es lo que ya tienes. Ves a alguien en determinados papeles porque es lo que ya ha hecho. Allí me ofrecen papeles más dramáticos y aquí hago más comedias con papeles de tíos perdedores. Pues vale, es lo que hay.
Es curioso eso que dices porque al menos como espectador la percepción de ti, a pesar de ser cierto que abundan las comedias ligeras en tu carrera, es de un actor consagrado, profundo. Para nada diría que Quim Gutiérrez es un actor cómico. Y eso es algo que has conseguido tú y pocos actores y actrices más como, precisamente, Carmen Machi.
Pues qué guay. Me alegro.
Me cuesta creer que te sientas encasillado en la comedia en España.
Me cuesta a mí encontrar papeles que no sean de comedia. ¡Y rechazo muchos! De todas las que me ofrecen acepto las que molan. Las que no son banales y en las que puedo contar algo más.
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Hablando una vez con Paco León me dijo que para “Matar al Luisma”, desde el amor, tuvo que dirigir su primera película. Esa fue su manera de romper él mismo las etiquetas. ¿Alguna vez te has planteado hacer algo así? Dirigir, producir, o crear algo…
Si, de hecho estoy absolutamente metido en otras cosas pero muy lejos de la interpretación. No me interesa, para nada, meterme en algo que no sea la interpretación en el mundo del cine. Otros terrenos artísticos donde yo sea el único responsable, con los que pueda crear yo solo en casa o donde sea sin mediadores, donde las relaciones sean más directas y pueda trabajar a las seis de la mañana si quiero. Al final siempre hay cortapisas comerciales para vender, pero intentar estar en un lugar donde todo dependa más de mí. Hablo tan genéricamente porque no me gusta mucho hablar de las otras cosas que hago (risas). Perdona.
No, tranquilo, comprensible. Solo que recuerdo que cuando nos conocimos me dijiste algo parecido de la fotografía. Que lo habías intentado pero que sentías que la moda iba más rápido tu proceso creativo. Y que eso te agobiaba.
Ah sí, sí. Totalmente. Fue un camino fallido, pero guay porque hice cosas muy guays. Pero sí, me hizo darme cuenta de que era más de lo mismo. Además, y cuesta decir esto, creo que soy mejor actor que fotógrafo y además me pagan mejor como actor (risas).
Con la moda, sin embargo, eres de los actores a los que parece que les interesa. Tus looks en alfombras rojas, al posar en sesiones de fotos como la que acompaña esta entrevista…
Mi relación con la moda ha evolucionado en contraposición a los tiempos, no sé cómo explicarlo. No por levantar ninguna bandera pero a finales de los 90’s había pocos hombres heterosexuales que se atrevieran a ponerse según qué cosas y yo lo hice. Pero es que cada vez tengo un mayor desinterés. La aparición de las redes sociales, para mí, ha generado un exceso de… No sé cómo explicarlo sin sonar snob. En cuanto se democratiza el contenido cada cual lo hace de su padre y de su madre. Hay gente que me da “cosita”. Hay una parte guay en que la gente se fije más en la estética pero creo que hemos llegado a un nivel… De pronto los problemas que tenías como actor, el estar agotado de sacarte fotos sin apetecerte, hay gente que lo hace por gusto sin dedicarse a esto. Salir de casa hecho un pincel porque vas a hacerte una foto a no se qué sitio… Qué lastima que, sin tener necesidad, te veas obligado a estar así. Es incómodo y cansino. Yo sigo mirando atento a la moda pero de una manera muy relajada.
Es cierto que quizá en tu día a día eres un tío muy de básicos pero se nota que cuando llegan momentos importantes la moda es una gran aliada para ti.
Si, si. Me flipa. Pero no más que antes. Es que el nivel general se ha puesto muy fuerte. Hay una obsesión muy bestia. Creo que hay un exceso de producción en general. Eso me produce mucho rechazo.