¿Estás disfrutando esta etapa?
Sí, mucho. Además, coincide con que he tenido proyectos muy interesantes al mismo tiempo, que me han permitido entrar poco a poco en la dinámica. Todavía no he hecho ningún protagonista ni ningún papel en el que tenga que estar de todos los días rodando y eso facilitará la vuelta a la rutina.
Hace unas semanas estrenaste ‘Un año, una noche’, sobre los atentados de la sala Bataclán en París. ¿Cómo fue el rodaje y cómo te has visto?
Pues a mí me pareció un proyecto fascinante, por trabajar con Isaki Lacuesta, por el tema que tratábamos y por las dificultades que ofrecía el personaje. Yo en realidad tengo una presencia secundaria, pero había una secuencia en especial donde el personaje hace una especie de vómito de emociones en un estado bastante alcoholizado. Es la primera vez que se reencuentra el grupo de amigos, una semana y poco después de los atentados. La secuencia requería de una preparación por mi parte como si fuera un protagonista y tenía que prepararla haciendo investigación e inmersión, porque es muy difícil para mí hablar de manera fidedigna de todo eso sin imaginar antes que hemos pasado por todos los pasos por los que pasaron ellos.
TOTAL LOOK FERRAGAMO
Tiene que ser complicado ponerse en esa situación.
Sí, el suyo fue un proceso muy traumático y te lo puedes imaginar hasta un punto, pero yo me he ido armando mi método para cuando no tengo ensayos y me meto en determinados bretes. Además, sigo viendo muchas entrevistas a actores para ver si, entre líneas, puedo entender sus métodos. Todo esto es para contar que yo me hice unos ejercicios en casa en los cuales me tiraba al suelo e intentaba imaginarme lo que hubiera sido estar en la sala Bataclan. Toda esta parafernalia que yo me monto me sirve para, a la hora de rodar, tener sensaciones que emulan algo parecido a lo que pudo ser. Ese es mi trabajo, imaginarme que he vivido cosas que no he vivido y dejar algún poso para poder referenciar. Tuve que imaginarme lo que es, escuché muchos testimonios de lo que es el estrés postraumático y los síntomas, como reaccionar a todos los sonidos, estar en pensamientos neuróticos, ansiedad, dificultades para dormir… Yo me hago ejercicios para imaginar, para vivir todo eso un poco, evidentemente no todo el día porque probablemente tendría consecuencias más graves, pero así llego al set y, dentro de mi ficción, he vivido cosas parecidas.