La historia se basa en un cuento de hadas. ¿Cuál os marcó en vuestra infancia?
SY: Hay uno que me gustó mucho, y que tiene bastante que ver con Érase una vez… pero ya no, que es Shrek. Con su venenito. Eso tiene también este cuento de hadas. La sociedad va avanzando y nos vamos dando cuenta de que en el pasado hemos tenido como masa algunos comportamientos que no han tenido buenos resultados. Lo bonito es que todos estamos abriendo cada vez más la mente, dándonos cuenta de las cosas que no suman tanto y cómo corregirlas.
MC: Algunos cuentos me parecen terribles. La bella durmiente, por ejemplo, ahí dormida esperando a un príncipe… Ojalá que ninguna niña tenga que sufrir la peripecia de que le cuenten eso. El único que creo que sigo validando es La Bella y la Bestia. Habla mucho de los outsiders. El otro día hablaba justo de eso, de que lo divertido de esa historia es cuando es bestia. Cuando es príncipe te da igual. Creo que Érase… tiene mucho de La Bella y la Bestia. También de La casa de las flores.
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¿Vuestro villano favorito?
MC: [Se queda pensativo] El villano en James Bond de Javier Bardem. No sé por qué, siempre que me hablan de un villano en el cine es de los primeros que se me vienen a la cabeza. Pero en un cuento de hadas, Úrsula de La Sirenita, que ahora lo van a hacer el live action. Esa es una villanaza.
SY: [También se lo piensa] Nunca fui muy fan de los villanos. Pero el de Toy Story, Emperador Zurg, me marcó. Ese me daba miedo.