Hablemos de vuestros referentes profesionales.
SY: A mí me encanta Andrea Bocelli, Michael Bublé, Luis Miguel, Shakira, Alejandro Fernández, Alejandro Sanz… Estos vocalistas me fascinan. Ricky Martin y Enrique, con quienes estuve de gira el año pasado, también han sido grandes referentes para mí y me ayudaron a llegar a donde estoy ahorita, y enfocarme a hacer buena música sin importar el género.
MC: Me gusta mucho un autor mexicano que se llama Carlos Olmos. Hizo grandes novelas. Me gusta también Hugo Argüelles, el cine de Alfonso Cuarón (crecí viendo su trabajo), de España obviamente Pedro Almodóvar… Ahora tengo referentes actuales que me emociona mucho cada vez que anuncian algo, como Taika Waititi, Paul Thomas Anderson… Pero yo creo que mi primer amor hacia lo estético en el mundo audiovisual fue Jean-Pierre Jeunet, el director francés. Las suyas ni siquiera son mis películas favoritas, pero me hicieron darme cuenta de que se puede conceptualizar toda una estética y un universo propio en una historia de 90 o 100 minutos. Delicatessen o Amélie viven en un universo paralelo.
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Vosotros trabajáis a ambos lados del Atlántico. ¿Qué tiene de especial el público español?
MC: Fíjate que, con el paso del tiempo, me doy cuenta de que España y México somos muy cercanos en el mundo audiovisual. Me impresiona, porque la primera vez que viví acá fue hace 17 años y notaba muchas diferencias. España y Latinoamérica iban a ritmos distintos. La globalización de las plataformas nos ha venido muy bien en muchos aspectos, pero también nos ha homogeneizado a todas las culturas, y eso es preocupante. Lo que me gusta muchísimo de la industria en España es el respeto que hay hacia las figuras de antaño (actrices, actores, realizadores…) que es muy bonito y enternecedor. Las nuevas generaciones sí están respetando mucho a quienes han abierto brecha. A lo mejor en México eso no lo vemos, quizá por estar tan cercanos al mercado anglo. Si pensamos en algún actor, pensamos en Anthony Hopkins. Estuve hace poco en los Premios Feroz y vi esa ovación a Petra [Martínez], ese discurso. Eso en México lo hemos perdido un poco, y me gustaría que se retomara. Y de gustos, es que soy muy mexicano para eso: primero te hablaría de lo que hacen mis amigos. Eduardo Casanova, Paco León… Pero lo que hace Leticia Dolera me parece maravilloso. Es una voz femenina con mucha fuerza en el mundo audiovisual. Y Alejandro Amenábar, a quien llamé para que me permitiera hacerle un homenaje en mi proyecto Sagrada Familia. Ocurre a finales de los 90, cuando él lanzó Tesis. El protagonista está obsesionado con la película y hay muchas referencias de ella. Ese tipo de cosas me emocionan mucho. Ellos nos han abierto mucho camino.
SY: El público de España es un público bien honesto, súper afectivo. Me encanta. Todas las experiencias que he tenido en España son bonitas. La gente está ahí para sumar, para apoyar las canciones. Muchas de mis canciones que han explotado en el último año lo han hecho en gran parte gracias a España. Pareja del año fue el fenómeno que fue porque se volvió la canción número de España en su momento por mucho tiempo. De ahí llegó al resto del mundo. Tengo muchas ganas de regresar a España este verano. Voy a estar haciendo mi primer WiZink Center, mi primer Palau Sant Jordi… eso para uno como músico significa un mundo. Siento que estoy listo para valorarlo un montón, porque tanto a mi equipo como a mí nos ha costado mucho. Siento que será un show al que acudirán no solo a verme a mí, sino a verse a ustedes reflejados, un espectáculo lleno de emociones: para bailar, reír, llorar, gozar, perrear hasta el piso… Este año también sale la serie (grabada en España), sale La Voz Kids, donde seré coach junto a Pablo López, Aitana, David Bisbal… y más sorpresas seguramente.