Detrás de St. Woods se esconde Nacho, un chico madrileño que, después de marcharse a estudiar a Gante, decidió hacer de la calle el escenario en el que mostrar su música. Después de marcarse un auténtico street tour por Europa volvió a España y ficho con Live Nation para telonear a algunos de los artistas más destacados del panorama musical y, este mismo año 2020, presentaba su álbum de debut, Bones,
Ahora presenta My honor, el tema que marca el pistoletazo de salida de lo que será su próximo trabajo. Uno que no tiene aún forma pero sí fecha de presentación, que será en febrero de 2021 en el Teatro Lara de Madrid, y en el que investiga con nuevos sonidos que recuerdan a clásicos como Elton Jhon.
Delicado, elegante y con una sensibilidad única. Te invitamos a descubrir My honor, si no lo has hecho ya, su nuevo single y aprovechamos para charlar con él y descubrir a este artista que, sin duda, se desmarca del mainstream y le aporta a nuestra lista de Spotify algo de variedad.
Fotos de Juanjo González
Entrevistamos a St. Woods
Estamos acostumbrados a que los nuevos lanzamientos en música tengan siempre un toque de urbano. Se agradece también la variedad.
Pues muchas gracias. Creo que hay una gran cantidad de artistas que les falta la promoción y la oportunidad de mostrar lo que hacen, se agradece que digas eso.
¿Es fácil abrirse hueco con este tipo de música?
Está llegando una generación en la que no hay tanto prejuicio del tipo de música que hagas. No sé si es más fácil o más difícil, lo que sí sé es que el resultado de donde estoy es una suma de mucho trabajo, algo de suerte y rodearme de gente que apuesta por el proyecto y cree en él.
¿Cómo fueron los inicios? Creo que YouTube tuvo bastante que ver.
Tenía una banda con mis amigos, ahí empezó la afición por la música, pero el proyecto empieza cuando me fui a estudiar a Gante (Bélgica). Me pica la curiosidad de tocar en la calle, veo que puedo convertirlo en un trabajo diario y empiezo a ver que estoy cómodo componiendo con la acústica y tocando en la calle. Así que me dedico a viajar por toda Europa haciéndolo. Volví a España a terminar mis estudios y, para no dejar de tocar, empecé a grabar versiones y a subirlas a YouTube. Y eso empezó a generar el interés de gente con la que estoy ahora, como Live Nation – una de las productoras de conciertos, española, más importantes de Europa – que me invitó a telonear a artistas en sus conciertos. Empecé a telonear a artistas que admiraba un montón y todo eso me lleva donde estoy ahora…
Resumido en un minuto pero supongo que esa experiencia de pasar de tocar en la calle a estar teloneando con Live Nation es bestia. Me decías que hiciste un street tour, podríamos llamarlo así, por Europa ¿Qué recuerdos tienes de esa época?
Guardo muy buen recuerdo de tocar en la calle, es un ejercicio de humildad constante. Al final en la calle la única manera de saber si lo que haces le gusta a la gente es ver si se paran a escuchar o no. Es una conexión directa con acción – reacción. Si lo que haces gusta la gente se para y te echa dinero y si no interesa pasan de largo. Y me sirvió mucho para entender que va a haber momentos en mi carrera en los que haga cosas que no gusten tanto y no pasa nada. Pasar de eso a tocar y telonear a artistas potentes… Primero, fue muy raro. Yo estaba acostumbrado a elegir un sitio, tirar la funda de la guitarra al suelo y ponerme a tocar. Mi única preocupación era si llovía o no llovía o si venía la policía o no venía. Pero, claro, luego vas a conciertos profesionales y te piden la lista técnica, los canales que vas a hacer, la duración del set, salir y hacer prueba de sonido… Al principio profesionalizarlo fue raro pero si que es verdad que me ha servido para estar más preparado ahora a la hora de hacer mis propias giras.
Al final en la calle la única manera de saber si lo que haces le gusta a la gente es ver si se paran a escuchar o no. Es una conexión directa con acción – reacción.
¿Utilizaste esa experiencia en la calle para estudiar qué temas o composiciones funcionaban mejor? ¿Lo aprovechaste como estudio de mercado?
Si, justo. Es muy útil para encontrar lo que pienso que es el término medio ideal para cualquier artista. Un estilo de composición con el que uno esté a gusto pero que tenga un público. Yo puedo abanderarme del discurso «Hago lo que yo quiera» pero si a la gente no le gusta y me sigo agarrando a ello, objetivamente, no tengo futuro. Cuando vas a tocar en la calle haces balance entre tocar temas propios y hacer versiones que crees que van a gustar. Y a la hora de componer te ayuda a tener en cuenta detalles como que los estribillos sean fáciles de recordar, que no sean canciones muy complejas en cuanto a versos y estribillos… Es muy didáctico.
En ese tour europeo ¿Qué país recuerdas como el que mejor recibía tu música?
No tuve malas experiencias. En Polonia tuve un par de problemas con la policía pero era por no saber el idioma y no tener idea de dónde podía tocar y dónde no. Pero donde mejor me encontré fue en Amsterdam, ahí gané bastante dinero, y en Londres. Ahí estuve casi dos meses y cuando estás tanto tiempo tienes la oportunidad de conocer a más gente que toca en la calle. Eres parte de una familia de músicos que se ayuda entre sí y eso me sorprendió. Por ejemplo, si te falta algo para poder hacer tu set el que está esperando detrás, que podía no hacerlo para tener él más tiempo, te lo deja.
¿Has vuelto a tocar en esas ciudades en algún club o sala de conciertos?
Intento volver a Londres siempre que puedo a seguir tocando en la calle. Tengo amigas y amigos artistas que lo siguen haciendo por que, ahora por la pandemia menos, tocar en la calle en Londres puede ser un trabajo como cualquier otro que te da dinero suficiente para vivir allí.
¿Cuánto gana, de media, un músico tocando en la calle en una ciudad como Londres?
Depende de las veces que puedas tocar, hay muchas colas. Llegas a un sitio, tocas 45 minutos y luego tienes que volver a esperar para tocar cuando lo hayan hecho todos. Pero, más o menos, una buena hora tocando en la calle en Londres son 120 libras.
Una buena hora tocando en la calle en Londres son 120 libras.
No está nada mal.
Luego sí que es verdad que depende mucho de factores como el tiempo. Si llueve toda la semana no puedes salir a tocar. La media en Europa es de 60 o 70 euros la hora pero en Londres, si lo haces bien, puedes ganar mucho dinero.
Es muy guay que sigas en contacto con esos inicios pero ¿Cuándo tomas la decisión de profesionalizar tu carrera?
Cuando volví a España, por inercia, empecé a buscar trabajo en publicidad, que es lo que estudié. Pero sí que pensaba que si no quería dejar la música ese era el momento de intentarlo profesionalmente. Tenía una serie de canciones y me empecé a plantear con quién grabarlas. Aunque ganara dinero tocando en la calle para mí seguía siendo un hobby y me di cuenta de que si quería convertirlo en una carrera tenía que dar una serie de pasos. Había que saber cuáles eran y cómo empezar. Y fue entonces cuando decidí dedicarme en cuerpo y alma en esto.
Las composiciones, tu rollo ¿De dónde bebe?
La primera influencia de todas es la calle. El haber estado haciéndolo tanto tiempo pasa por que todo lo que componga se pueda tocar con una guitarra acústica y ya. Luego si que es verdad que hay una serie de influencias muy evidentes del indie folk. The Lumineers, Sufjan Stevens, Mumford & Sons, Julien Baker,… Si que me está pasando en My Honor, el tema que he sacado ahora, que estoy escuchando música que no había escuchado antes como Elton Jhon. Me apetece investigar otras cosas.
Si pudieras elegir un artista para hacer una colaboración en un próximo tema ¿Quién sería?
Uf. Pues me gustaría James Blake, soñando, o Frank Ocean. Y soñando muy bestia alguien como Elton Jhon.
¿Y si lo limitamos a España y actualidad?
Me gusta mucho Zahara, Menta, Ainoa Buitrago, Delaporte…
¿Y componer para otros lo haces?
Si lo hago, para mí es una de las salidas profesionales que más futuro tiene. Estas semanas estoy escribiendo para gente de Reino Unido, Alemania e Italia. Y también escribí un tema para Lola Índigo que al final se quedó en un tema que utiliza en sus conciertos como transición. Para Bely Basarte también he hecho cosas…
Justo hace unos días hablaba con Mau y Ricky y me contaron lo importante que fue para ellos el componer para otros como medio de monetizar su música hasta que pudieron hacerlo interpretando sus propios temas. Les pregunté hasta qué punto les daba alegría o rabia que sus propios temas funcionaran en otros y no en ellos mismos ¿Qué opinas de esto?
Mi carrera como autor, sinceramente, es muy positiva. Toda la gente para la que he compuesto son artistas que me gustan. Es como si un amigo te invita a su casa vacía y te dice «tengo todo el presupuesto del mundo, ayúdame a decorarla». Quizá todavía no ha llegado el momento de escribir para alguien que no me guste y verlo solo como un trabajo, de momento siempre lo he disfrutado mucho.
Ellos también me decían que durante ese tiempo componiendo para otros entendieron que su carrera no había terminado de despegar porque no tenían su personalidad o estilo suficientemente desarrollado ¿Compartes esa reflexión?
Al final todos los artistas tenemos ese debate interno de si estás haciendo la música más pura o estás pensando en si esta canción está lo suficientemente estructurada para que funcione. A mí me falta muchísima madurez componiendo, seguro. Ahora mismo soy muy anárquico, voy según me da. Creo que el componer para otros es un ejercicio maravilloso para saber lo que funciona. Al final si compones ocho temas para ocho artistas y ninguno funciona hay un porcentaje de ese fracaso que es tuyo. Estoy muy de acuerdo con ellos en que hay que saber qué es lo que gusta y lo que no gusta. Y, a partir de eso, haz lo que te guste pero entiende que si eres frutero y a la gente le gustan los tomates no puedes especializarte en zanahorias.
A mí me falta muchísima madurez componiendo, seguro. Ahora mismo soy muy anárquico, voy según me da.
Poniéndonos a soñar un poco… ¿Cuál sería tu escenario ideal para un concierto?
Va a parecer fatal que lo diga, pero de momento es el Teatro Lara en febrero. Quería presentar el disco en un teatro, en el centro de Madrid. Y se ha conseguido.
El Lara es precioso.
Si, es muy acogedor y muy bonito y a demás está a cinco minutos de la primera casa en la que viví independizado y dónde compuse muchos temas.
Ese disco que presentas en febrero, My honor es uno de esos temas pero ¿la idea es ir sacando single a single hasta esa fecha o esperar y lanzarlo de una sola vez?
Si te digo la verdad no me he puesto la presión de lanzar un disco. EL anterior, que salió en mayo, estuvo esperando a ser sacado casi un año. Y me apetecía componer con el pulso de la actualidad, que entre que escribo y grabo una canción no pasen más de dos meses. Y estamos un poco en esas. Ahora mismo estoy con un tema que grabaré estas semanas para lanzarlo en enero, a principio de mes. Quiero pasar de centrarme en un todo para sacar singles e ir investigando cosas.
Tenías razón con lo de ser un poco anárquico...
(Risas) Si, te lo dije.
Así que, ahora mismo, estás escribiendo temas del disco que presentas en enero.
Bueno no sé que va a ser. No tengo presión.
Pues hablaremos cuando salga y vemos que forma ha tomado. Un placer y mucho éxito.
Igualmente, muchísimas gracias por el espacio.