El actor protagoniza Memento Mori, serie en la que da vida a un psicópata experto en quitarlas. Hablamos con él acerca de cómo construir un universo tan oscuro sin perder la cabeza.
Jamás me había pasado tener miedo a sentarme ante un actor por el impacto que me ha causado su inquietante mirada en la pantalla. Que conste que no era, ni mucho menos, la primera vez que veía a Yon González actuar, pero en Memento Mori (Amazon Prime), se transforma de tal modo en un aterrador psicópata que no sabía si el encuentro no me iba a hacer temblar. Cálido y sonriente, el actor es (¡gracias a Dios!) desde el primer instante completamente diferente a su personaje. Por alguna extraña razón -quizás por el nerviosismo con el que llegaba ante ese miedo irracional que traía conmigo-, decido confesar a la primera de cambio…
Pantalón BOSS
Fotos y realización Manu Bermúdez
MUAH David Bello para CHANEL
Estilismo Paula Peña
Entrevista Marita Alonso
Localización HOME CLUB
Gracias a Marco de Comunicación
Amazon Prime
Nara Talents
Sofía Pedroche
¡Entrevistamos a Yon González! El protagonista de una de las mejores series de 2023: Memento Mori
Reconozco que tras ver la serie, me daba miedo sentarme frente a ti. ¿Cómo se mete uno en la mente de un asesino?
Buena pregunta. Mi intención cuando leí los guiones era ante todo que mi personaje no se quedara en “el tipo que asesina”, sino que se viera sobre todo el porqué. Comprender dónde vibra, qué le ha sucedido, dónde está el trauma fuerte y de dónde viene toda esa impotencia que le produce. Para mí eso era lo más importante y lo que me ha costado más trabajo. De hecho, lo que intenté, porque hablamos de un personaje muy complejo, era crear un universo diferente. Gracias a la canción de ‘Bravo’, lo he conseguido. He estado escuchando este tema en bucle durante tres meses y medio. Me la ponía sin descanso cuando estudiaba y estaba inmerso en el papel, sin salir de casa, y al ponérmela durante 16 horas, finalmente me llevó a un universo propio. Llega un punto en el que creas una cosa personal que me hizo comprender que este tipo no está obsesionado con este tema porque sí. Esa canción es ideal para entender lo que le pasó con su madre, y narra bien cómo se encuentra él ante el mundo e incluso ante sí mismo. Es una persona muy errática por todo ese universo tan oscuro que ha vivido. Encontrar un lugar de calor no es fácil para los psicópatas, que carecen de empatía y son antisociales, y creo que ‘Bravo’ funciona como ese lugar. Es una canción con la que mostrar esa ira, ese desprecio; todo ese miedo y dolor. Cuando llegué a los primeros ensayos, la escena iba por otro lado. La canción iba a sonar en un coche para mostrar el trauma y al personaje de niño. Pero conté que tenía una idea que consistía en que el personaje mirara, ya de mayor, a cámara o justo al lado, algo complicado de justificar. Se me ocurrió, por ejemplo, que estuviera ante el baño y se pusiera a cantar al lado de cámara, porque lo que quería era que el público viera en sus ojos esa locura. A las semanas, y gracias a esta preparación previa en casa, el director me dijo que lo tenía: “Vamos a hacerlo mientras te miras al espejo y te cambias”. Es un giro del espacio creativo que hemos tenido gracias al director, Marco Castillo, que es un grande, porque al final en una serie hay mucha presión, por lo que contar con alguien que esté abierto a escuchar y a apostar por una idea arriesgada -porque era complicado que saliera bien- es de agradecer.
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Os ha salido de maravilla, pues esa escena se ha convertido en el claim publicitario…
Es que si lo piensas, ¿de dónde parte la serie? Del trauma del niño. Eso era lo más importante a trabajar. Quería que cuando empieza a cometer los asesinatos y llega a uno concreto, que ocurre en el tercer episodio, la gente, aunque no lo comparta, lo comprenda. Que vea su impotencia y ese cortocircuito. Hay que comprender de dónde viene, quién ha sido y quién ha propiciado que se convierta en ese monstruo. Ha sido maravilloso, cuanto más me metía en esa atmósfera que he creado en mi casa, más creaba un refugio ideal para dar forma a ese personaje. Hay una parte que evidentemente trabajas para el público, pero también hay otra que uno trabaja para sí mismo.
¿Cómo ha salido tu cabecita tras tres meses encerrado preparando un personaje tan oscuro?
Es que cuando preparo a un romántico enamoradizo, lo hago también de esa manera, lo que pasa es que llegas antes a sentir que ya estás fuerte y preparado para sacar esas escenas de una manera buena, incluso con un valor añadido. Conseguir un valor añadido aquí es complicado, porque no me gusta ese universo oscuro del personaje. A mí me gustan los deportes, soy una persona positiva, mis padres son puro amor… En definitiva, es un universo tan ajeno al mío que para crearlo, es necesario invertir mucho trabajo y tiempo.