Un camino lento y discreto pero con mucha fuerza. Ese es el resúmen de la trayectoria de Álvaro Cervantes, un actor al que estamos acostumbrados a ver en las últimas series de TV con más éxito: Hermanos, Carlos Rey Emperador, Los Nuestros,… Ahora desembarca en Filipinas de la mano de Salvador Calvo para dar vida a uno de los soldados que rehusaron abandonar la famosa batalla de 1898 en una superproducción que promete ser uno de los taquillazos del año.
Aprovechamos para encontrarnos con el, charlar de sus inicios y sus últimos proyectos y conocer las últimas tendencias para hombre en MODA ECOLÓGICA, uno de los conceptos más desconocidos de un movimiento en alza, la sostenibilidad.
Tejidos orgánicos elaborados con productos naturales y cultivados libres de pesticidas, relojes de madera sostenible, y todo ello sin renunciar a la calidad y el mejor de los diseños
¿Nos acompañas?
Fotografía de VINCENT URBANI
MUAH de JUAN PACHECO (STUDIO MUACKS)para MAC COSMETICS y GHD
Realización MANU BERMÚDEZ
Localización TALLER JAVIER S. MEDINA
(Artesanía en mimbre)
¿Cómo empiezas en interpretación?
Desde que soy muy pequeño he tenido claro que me quería dedicar al espectáculo. En realidad yo lo que decía era que quería ser payaso (risas). La verdad es que siempre he sido tímido pero cuando se pedía un voluntario para subirse al escenario yo era el primero. A medida que fui creciendo se fue desarrollando.
¿Nunca tuviste dudas?
Al empezar de muy joven, la primera película la hice con 15 años, siempre lo he compaginado con mis estudios. Primero en el colegio e instituto y luego en la universidad haciendo comunicación audiovisual, así que podemos decir que tenía a mi familia tranquila a la vez que conocía la profesión de la interpretación desde otro punto de vista (risas). En casa empezaron a ver que poco a poco iba creciendo como actor y cómo iba empalmando un trabajo con otro… Ha sido todo de una manera natural y he tenido su apoyo así que perfecto. Además ellos son unos grandes cinéfilos, puedo decir que el amor por esta profesión lo he visto en casa desde pequeño.
¿Cuándo llegó el momento de saber que la interpretación era una profesión para ti?
No ha sido hace mucho. Desde el momento en que me di cuenta de que puedo vivir de esto, que ya es todo un privilegio y, de alguna manera, empezar a sentir que voy controlando la técnica. Digamos que cuando dejas de pensar en “A ver como hago esto” a cuando dices “Esto lo voy a hacer así” es cuando te sientes un actor profesional. Por lo menos yo. Eso te hace estar más seguro y se nota en el resultado.
Yo personalmente te descubrí en la serie “Hermanos” con Antonio Velázquez y María Valverde… Una pena que no funcionara como creo que merecía.
Esperábamos que llegara a más gente. La verdad es que fue una pena que no fuera así porque realmente creo que era buenísima. Como historia además fue muy importante para mí como actor, porque eran solo seis capítulos en los que los personajes pasaban muchísimos años y experiencias. Eso es una golosina porque te permite vivir muy intensamente el proceso creativo. El mío empezaba con 17 años y terminaba con casi 40 y una vida totalmente distinta a la que marcaba el comienzo. Solamente eso ya fue un reto profesional por el que ha merecido la pena.
Desde entonces ya no he dejado de oír tu nombre en muchísimos proyectos como “Los nuestros”, “Carlos Rey Emperador”,…
Los nuestros fue muy interesante por lo desconocido que era el mundo de los “boinas verdes” para mí. Pudimos trabajar con ellos porque estuvieron algunos con nosotros para ayudarnos en el rodaje. La verdad es que esos dos proyectos, Hermanos y Los nuestros, me dieron muchas pistas de cuáles son los papeles que me hacen disfrutar y crecer como actor.
Eso se llama hacerse mayor y formar tu personalidad.
(Risas) Pues sí, puede ser, pero a todos los niveles. Evidentemente a la vez que pasa todo esto uno también va cumpliendo años y todo ayuda (risas) Digamos que siento que (…)
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