Parece que cuando suben las temperaturas, las opciones para los amantes de los vinos se reducen. Pero no tiene por qué ser así. Aunque los tintos más potentes no resultan tan apetecibles, los amantes de esta bebida siguen teniendo muchas opciones. Y van más allá de mezclas como la sangría gracias a los vinos blancos y rosados.
Con una temperatura de servicio mucho más baja y refrescante que la de los tintos, ambas opciones son perfectas para disfrutar de ellos. Incluso cuando llega una ola de calor o para disfrutar en una jornada de verano comiendo a pie de playa.
¡Te presentamos la lista de nuestros vinos blancos y rosados preferidos para el verano!
Nosotros os traemos una lista con algunos de los vinos blancos y rosados que pueden encajar en cualquier cena estival y que pueden serviros para coger ideas. Hay opciones más clásicas, para quienes quieren apostar sobre seguro, pero también algunas elecciones para sorprender y arriesgar. Porque con la gastronomía y los maridajes siempre se puede jugar y divertirse.
Para los amantes de la verdejo: Cría Cuervos
La uva verdejo es una de las variedades blancas más conocidas de nuestro país. Desde hace unos años, es fácil encontrarla en las barras de toda la geografía española para disfrute de sus incondicionales. Una variedad aromática, con notas cítricas y con una acidez elevada y refrescante que en Cría Cuervos se muestra en toda su expresión. No faltan los característicos toques anisados y a hinojo en este vino de la denominación de origen de Rueda. Un vino que es perfecto para maridar con pescados blancos y mariscos al vapor, pero que también acompaña bien al sushi o las ensaladas.
O Luar do Sil, los otros blancos del noroeste
Desde hace unos años la godello se ha hecho un hueco entre los vinos de moda en España. La bodega Pago de los Capellanes, famosa por sus tintos de Ribera, ha probado suerte con los blancos en la D.O. Valdeorras y ha dado en el clavo con O Luar do Sil. Está seis meses en contacto con las lías, lo que da como resultado un vino delicado y complejo a la vez, de boca untuosa pero ligero y fragante. Ideal para arroces, pero también pescados y carne blanca.
Habla del mar, un secreto bajo las aguas
Las bodegas Habla sorprenden este verano con un blanco que tiene una elaboración de lo más especial. Su Habla del mar es una mezcla de cuatro variedades de uvas del norte de nuestro país y destaca por su acidez y su mineralidad. Porque el gran secreto de este vino está en su fermentación, que es única en los vinos blancos y rosados de nuestro país. El proceso se produce bajo el agua, así que podemos calificarlo como vino submarino. Tiene, además, una crianza sobre lías que le aporta complejidad y resalta esos matices salinos. Para maridar con todo lo que salga del mar, desde pescados hasta ensaladas de algas.
La nueva era de los rosados, Hito
Bodegas cepa 21 apuesta por crear tintos de corte menos clásico que su hermana mayor, la bodega Emilio Moro. De ese esfuerzo por dar con vinos distintos, con un enfoque más joven nace Hito Rosado, una gran opción tanto para los amantes del tinto como para aquellos que quieren salir de vez en cuando de los blancos. Un vino a base de tempranillo, de color rosa palo, con notas de frutas rojas como la fresa y la frambuesa. Su frescor y una acidez marcada, pero equilibrada, lo hace ideal para el aperitivo o para acompañar, por ejemplo, platos de pasta.
Un blanco que conoce las barricas: Viña Monty
No solo de tintos vive La Rioja. Allí también se producen vinos blancos y rosados. En el caso de bodegas Montecillo, tienen Viña Monty, una opción que gustará a quienes quieren blancos más potentes, con un poco de estructura y toques de madera. Lleva viura y un pequeño porcentaje de tempranillo blanco y pasa por barrica, lo que le aporta toques de vainilla y aromas tostados. Ideal para maridar con carnes blancas, incluso con cortes más grasos y con más sabor, como el secreto ibérico.
3055 Rosé, licencia para soñar
Los vinos de Jean Leon se salen de lo ortodoxo. Casi tanto como lo fue la vida de película del fundador de la bodega. Por eso han buscado viñedos de altitud en el Penedés para su rosado 3055. El vino tiene una acidez elevada pero bien compensada por los aromas de cereza y melocotón. También da ligeras notas cítricas, lo que aumenta su frescor. Un vino que marida bien con carnes rojas y pescados grasos y cuyo nombre viene del número de licencia de taxi que Leon tenía en sus tiempos como conductor en Nueva York.
Burbujas para empezar, brut Gramona Imperial
Las burbujas son una buena idea de finalizar una comida, pero también de empezarla y de acompañarla. El champagne es el espumoso más conocido del mundo, pero existen muchos otros. En España tenemos el cava, que marida bien casi con cualquier plato, especialmente los que solemos elegir en época estival. Las bodegas Gramona tienen un brut imperial ecológico que cuenta con las tres variedades que conforman la base de los cavas, Xarel-lo, Macabeo y Parellada y le suman además la Chardonnay. Con ellas construyen un espumoso de burbuja ligera y cremosa, con aromas a frutas blancas y a panadería que se puede tomar del aperitivo al postre.
Coquinero fino en Rama, más allá de los vinos tranquilos
Saliendo de la tradicional clasificación de vinos tranquilos, en los que hablamos de vinos blancos y rosados, también tenemos opciones. Jerez, ese lugar capaz de darnos opciones singulares y reconocidas en todo el mundo, tiene los finos y las manzanillas para acompañar los platos más veraniegos. Porque si de algo saben en Cádiz de productos de categoría superior que salen de sus mares y sus tierras. Las famosas bodegas Osborne tienen una apuesta segura a la hora de servir junto al atún, Coquinero. Se trata de un fino en rama, esto es, un vino que se ha embotellado tal cual desde la bota. Tiene notas a manzana verde y toques salinos y es capaz de acompañar desde unas anchoas hasta un buen jamón.